El llamado himno de Riego, escrito por Evaristo San Miguel en 1820, y sobradamente conocido, circulaba en folletos sueltos en Portugal. En 1885, Alberto Pimentel publicó una obra titulada A Musa das Revoluções, en la que intentó presentar una breve historia de la poesía popular sobre acontecimientos políticos, como el período de las luchas liberales. Incluye el himno.