Apéndice a la Memoria en defensa de la Junta Central. Número XXII. Desafío a los calumniadores

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Comienzo de texto: Oficio al redactor del Diario de Cádiz. Otro al gobernador de Cádiz. Respuesta del gobernador. Respuesta del redactor. Carta confidencial del gobernador.

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Oficio al redactor del Diario de Cádiz. Otro al gobernador de Cádiz. Respuesta del gobernador. Respuesta del redactor. Carta confidencial del gobernador.
I
Señor redactor:
Entretanto que la falta de viento favorable nos detiene en esta bahía, los rumores que corren en esa ciudad contra los individuos que compusieron la pasada Suprema Junta Central llegan aquí, para hacernos más penosa nuestra situación. Pudiéramos despreciar las imputaciones que difunden o por vagas, pues que no determinan cargos ni señalan delincuentes, o por inverosímiles, porque son indignas de toda creencia o asenso racional; pero nuestra delicadeza no nos permite callar en medio de tantas y tan indiscretas hablillas. Si las calumnias de los enemigos de la Junta han podido excitarlas, y las últimas desgracias del ejército hacerlas admitir, estamos bien ciertos de que pasada la primera sorpresa, la verdad ocupará su lugar en la opinión pública, la cual, investigando tranquilamente las causas y los instrumentos de aquellas desgracias, hará la justicia que es debida a un gobierno compuesto de honrados y celosos patriotas, a quienes pudieron faltar luces, medios y fortuna para hacer que los ejércitos de la patria triunfasen siempre de los enemigos, pero nunca faltó ni el deseo más vivo, ni la aplicación más constante, ni la firmeza más enérgica para proporcionarles esta ventaja. Llegará, sin duda, un día en que sin necesidad de apologías ni manifiestos, la nación reconozca los servicios que le han hecho estos dignos patriotas; pero, entretanto, nuestro pundonor y nuestra conciencia no nos permiten esperar un juicio tan tardío. Por lo mismo, con la confianza que ellos nos inspiran, apelamos al juicio de nuestros contemporáneos, y si entre los ruines calumniadores o detractores alucinados de la Junta Central hay alguno que se atreva a censurar la conducta pública de los dos individuos que hemos venido a ella por representación del Principado de Asturias, desde luego le desafiamos y provocamos, por medio de este escrito, a que declare los cargos que pretendiere hacernos, bien sea ante el supremo Consejo de Regencia o ante el tribunal que S. M. se dignare nombrar, o bien por medio del diario de usted o de cualquiera otro escrito público, pues en cualquiera forma que sea, estamos prontos a desmentirle y confundirle, demostrando que en nuestros escritos y nuestras opiniones y todo el curso de nuestra conducta pública, no sólo hemos acreditado constantemente la más asidua aplicación, el más heroico desinterés y el más sincero patriotismo, sino que por ellos nos hemos hecho tan superiores a toda censura, como acreedores al aprecio y gratitud de la nación.
Tenga usted, pues, la bondad de insertar esta carta por suplemento a su diario, y seguro de nuestro reconocimiento, sírvase de mandarnos como a sus más atentos servidores, que besan su mano. Bahía de Cádiz, a bordo de la fragata Cornelia, 20 de febrero de 1810. Gaspar de Jovellanos. El marqués de Campo Sagrado.
II
Excelentísimo señor:
Con esta fecha dirigimos al redactor del Diario de esa ciudad la carta de que la adjunta es copia, y esperamos que V. E., a quien toca dar la licencia para su impresión, no tendrá reparo en concedérsela. Esto, que esperamos de la justicia de V. E., se lo rogamos encarecidamente, pues que reducidos ya a la condición de personas privadas, nada debe interesarnos tanto como la conservación de nuestro buen nombre, ni nada puede sernos más precioso que el uso de aquellos medios de asegurar la que las leyes permiten a todo ciudadano. Agregue V. E. a esto la necesidad en que estamos, al restituirnos a nuestro Principado, de llevar a él en toda su integridad aquella buena opinión a que debimos la alta confianza que depositó en nosotros cuando nos nombró para representarle en la Junta Suprema.
Con este motivo, ofrecemos a V. E. la seguridad del íntimo aprecio que le profesamos y del sincero afecto con que rogamos a nuestro Señor guarde su vida muchos años. Bahía de Cádiz, a bordo de la fragata Cornelia, 20 de febrero de 1810. Excelentísimo señor. Gaspar de Jovellanos. El marqués de Campo Sagrado. Excelentísimo señor don Francisco Venegas.
III
Excelentísimos señores:
Recibí, con el oficio de VV.EE., la copia de su carta, dirigida al redactor de este diario, con el fin de que diese mi licencia para insertarla en él. Nada hay indiferente para mí de cuanto es relativo a dos personas tan beneméritas de la patria y tan dignas de consideración bajo cualquiera aspecto en que se considere a VV.EE., y prescindiendo de este esencial motivo, hay para mí otro no menos atendible, cual es el de un conocimiento y amistad tan antigua con VV.EE. que me ha hecho reconocer y admirar sus respectivas virtudes y nobles cualidades. Estos antecedentes no me hubieran dejado suspender un solo momento la licencia para la impresión, pero reasumidas estas facultades, en las presentes circunstancias por la junta superior de Gobierno hube de presentar en ella la carta de VV.EE., y aunque todos sus individuos manifestaron unánimes el convencimiento de las prendas de VV.EE., creyeron no convenía esta especie de manifiestos en la actualidad.
Yo me persuado que el Principado, que depositó en VV.EE. la alta confianza de su representación, no podrá vacilar en su acertado y justo juicio, siendo tan notorios los principios de ilustración y patriotismo de VV.EE.
Dios guarde a VV.EE. muchos años. Cádiz, 25 de febrero de 1810.- Excelentísimos señores. Francisco Venegas. Excelentísimos señores don Gaspar de Jovellanos y marqués de Campo Sagrado.
IV
Excelentísimos señores:
No pudiendo publicar en mi periódico ninguna noticia sin la aprobación de la Junta Superior de Gobierno de esta plaza, pasé el escrito que le fue entregado de parte de VV.EE. a dicha Junta, cuya contestación copio: «La Junta Superior de Gobierno ha visto el oficio de usted fecha 21 del corriente, y escrito que le era adjunto, cuya publicación en el Diario no estima conveniente por ahora la misma Junta, pues el reino tiene sus tribunales donde deben provocarse instancias de esta naturaleza. Dios guarde a usted muchos años. Cádiz, 24 de febrero de 1810. Don Fernando Jiménez de Alba. Don Miguel de Lobo, vocales. Señor editor del Diario de Cádiz».
Lo pongo en noticia de VV.EE. para su inteligencia y gobierno, deseando se me proporcionen ocasiones en que manifestar a VV.EE. mis respetos y de que me empleen en cosas que sólo de mí dependan.
Dios guarde a VV.EE. muchos años. Cádiz, 25 de febrero de 1810. El barón de Bruere, vizconde de Brie, editor. Excelentísimos señores don Gaspar de Jovellanos y marqués de Campo Sagrado.
V
Cádiz, 8 de febrero de 1811.
Excelentísimo señor:
Mi muy amado amigo: Es una cosa triste que a las desgracias de la patria se agregue haberse uno de separar o ponerse a mayor distancia de las personas que tanto como usted merecen el amor y el aprecio de los que le conocemos. Me queda el consuelo de que va usted a su país nativo, donde le esperan la consideración y la confianza pública. Ojalá que variando la situación de la patria, pueda yo algún día disfrutar la amable sociedad de usted y que podamos desquitarnos de las aflicciones que hoy apuran nuestros ánimos.
Hice presente en la junta de este Gobierno el oficio de usted, y aunque por las circunstancias no accedieron en el momento a dar la harina, se convencieron de la justicia de la demanda, y están en franquearla si entrando nuevas harinas o trigos, no hubiere recelos de inmediata escasez.
Sea usted tan feliz como merece y como le desea su apasionado amigo y afectísimo servidor. Francisco Venegas. Excelentísimo señor don Gaspar de Jovellanos.

Referencia: 11-746-01
Página inicio: 746
Datación: 1810-1811
Página fin: 749
Estado: publicado