Salamanca, 11 de octubre de 1791
En la ciudad de Salamanca, hoy lunes 10 de octubre de 1791, a consecuencia de lo dispuesto por providencia de la visita pública que se está haciendo de este Imperial Colegio de la Orden de Alcántara y procediendo a hacer por mí solo la visita personal y secreta de los actuales individuos del dicho Colegio, conforme a lo dispuesto en el capítulo 17 del título de los visitadores de nuestras definiciones, formé el interrogatorio que se pondrá a consecuencia de esta providencia, considerando que el que anda inserto en las definiciones del citado título, como dirigido a la visita general de encomiendas, no puede aplicarse a la presente que se hace de este Colegio y se dirige principalmente a los objetos señalados que constan de los reales despachos que van por cabeza de los autos públicos. En consecuencia, procederé a recibir la información secreta relativa a esta visita al tenor del citado interrogatorio, que es como sigue:
Interrogatorio
Pregunta particular al rector.—Como prelado y cabeza de esta comunidad dirá cuál es el porte y conducta de todos y cada uno de los individuos y dependientes, así en público como en privado, y tanto en lo respectivo a sus obligaciones regulares como cuanto a las literarias y relativas al peculiar instituto del Colegio, y expresará cómo son desempeñados por cada uno, ora estén presentes o ausentes, declarando si hay en ellos algún exceso o falta dignos de corrección y castigo, para que se pueda aplicar en la presente visita el remedio correspondiente.
Pregunta particular que se hará a los regentes.—Como regente de estudios que es de tal facultad en este Imperial Colegio, dirá el juicio que tiene formado del talento natural, aplicación, estudios y aprovechamiento de cada uno de los colegiales, extendiéndole a los que fueren de otra facultad que la suya, en cuanto le constare, y asimismo expondrá lo que supiere acerca de la conducta literaria y regular de cada uno, declarando si hay en ella alguna cosa digna de remedio.
Preguntas generales.—1.ª Digan si el rector tiene cuidado de mirar y proveer en lo que toca a la honestidad y aplicación de los colegiales en su conducta pública y privada; si cuida de la buena gobernación temporal de la comunidad, gasto de ella y buen mantenimiento de los individuos según sus rentas, y de que se guarden y cumplan las definiciones de la Orden, y principalmente las constituciones particulares de este Colegio.
2.ª Digan si el citado rector es y ha sido acatado, honrado y obedecido por los huéspedes, colegiales, porcionistas, familiares, criados y dependientes de la casa, como tal prelado y cabeza de ella, o si en este hay algún exceso.
[…]
16. Si los familiares y criados de la comunidad cumplen y llevan las obligaciones que les están impuestas, si son fieles y buenos servidores y si viven honestamente, con recogimiento, aplicación y obediencia a los superiores.
Jovellanos
Salamanca, 12 de octubre de 1791
Por haber avisado al rector en el papel que se colocará aquí hallarse indispuesto el Dr. D. J.º Guillén, no se ha ejecutado en este día la información y visita personal que debía ser de los primeros examinados, porque como rector que fue en el trienio anterior y el más antiguo de los colegiales, podía dar más puntuales noticias; pero se continuará mañana en la mejor forma que fuere posible.
Jovellanos
Salamanca, fecha ut supra
Póngase con este proceso secreto la lista de colegiales y familiares y demás dependientes de la comunidad, mandando formar al rector para el arreglo de las declaraciones y diligencias de esta visita.
Jovellanos
En la ciudad de Salamanca, a 13 de octubre de este año 1791, pareció a mi presencia el Dr. Fr. D. Diego de Berrio, actual rector del Imperial Colegio de Alcántara, y habiendo recibido el juramento, que hizo en la forma ordinaria, ofreció decir verdad, y, preguntado al tenor de la pregunta particular que le pertenece en el interrogatorio antecedente, dijo:
Que el colegial pasante número 1 es de cuarenta y dos años de edad y veinticuatro de hábito y veintidós de Colegio, que cumple exactamente con las obligaciones del pago diario; que su genio adusto y escrupuloso, según ha oído, le ha intimidado y separado de la oposición a las cátedras de teología de la Universidad, donde ha tenido la regencia de artes, y que esta misma indicada situación le imposibilita para aplicarse con la extensión que antes acostumbraba al estudio de su facultad y de otras que por su talento pudieran hacerle brillar en la Universidad. Es muy recogido y de costumbres irreprensibles dentro y fuera del Colegio.
[…]
A la 14, que no se come en el refectorio por la asquerosa indecencia de la pieza, y por lo mismo solo antes de curso se hace ir a los nuevos a comer en él y cenar algunas veces; que cada uno come y cena en su cuarto, porque no hay arbitrio para otra cosa.
A la 15, que se observa en las horas de estudio el silencio y recogimiento de los colegiales, sobre lo que vela el declarante como rector; que fuera de las personas de la comunidad, nadie pernocta en el Colegio, sino los criados particulares que están en la lista, y lo son de los colegiales Andrade, Gallego, Donoso, Mendoza, Pantoja y que el declarante tiene por criado a Nicolás de Fuentes.
A la 16, dijo que sí, y que no ha notado en esto excepción alguna; todo lo cual dijo ser verdad, so cargo del juramento que tiene hecho y por ser verdad lo firmó conmigo.
Jovellanos
Fr. D. Diego Berrio