Cuaderno decimotercero. Estancia en Jadraque. Día 11 de junio de 1808

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Sábado, 11 de junio. – Los días siguientes al 2 se dedicaron al cuidado de la salud. El [sábado] 4 llegó el médico de Cifuentes, don Juan Manuel Gil de Vergara, y oída la relación del mal, su origen y progresos, acordó, primero: que se empezase a tomar al instante la leche de burra, empezando por medio cuartillo y aumentando la dosis si sentase bien; segundo: una píldora de opio por la noche para calmar la tos, doblando el número si no hiciese efecto; tercero: un pediluvio caliente cada tercer día, también por la noche, y un parche de pez griega con no sé qué mezcla, de cuatro pulgadas de largo y como dos de ancho, para descargar la cabeza. Estos remedios constantemente seguidos, el descanso y el gusto de vivir en tan amable familia probaron muy bien, pues la tos se ha templado mucho, aunque dura todavía por las noches y a veces por el día.
Entretanto, el espíritu sufre porque cada día se aumentan las noticias de la general conmoción de las provincias. A todas horas pasan por aquí desertores de nuestra tropa que van desde Madrid a Aragón, y entre ellos, muchos Guardias de Corps y oficiales de varios cuerpos.
El domingo, 5, pasó la Duquesa de Híjar, que venía de Aragón a establecerse en Heras [de Ayuso], acompañada de un oficial de Guardias, Aróstegui; y nos dijeron que nuestro Conde de Cabarrús, que se les agregara en Tudela, había sido insultado por el pueblo, saqueado su equipaje y él puesto en cárcel con grillos, cosa que nos afligió tanto más cuanto no hallamos proporción de hacer nada en su favor.
Hoy, 11, siendo como las ocho de la mañana, llegó un correo de gabinete con pliego de la corte. Nada traía de oficio, pero sí dos cartas confidenciales de los señores [Gonzalo] O’Fárril y [José Domingo de] Mazarredo, en que me instaban que pasase a Madrid para trabajar por el bien de la patria. Se les respondió contestando con la absoluta imposibilidad de trabajar, y el posta partió antes de comer. Todas estas cosas quitan el sosiego y, destruyendo el efecto de los remedios, retardan la curación.

Referencia: 08-832-01
Página inicio: 832
Datación: 11/06/1808
Página fin: 833
Lugar: Jadraque
Estado: publicado