Cuaderno quinto. Viaje 12. °. Gijón-Oviedo-Gijón. Día 15 de agosto de 1794
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Viernes, 15.-Nubes; calor; parece día de truenos. La mañana en casa, perdida en ociosidad; algunos momentos emprendida y siempre abandonada la conversación de Junta general. No hay un hombre que esté en los verdaderos principios; sólo Camposagrado se acerca a ellos y está dispuesto a seguirlos. Peñalba, siempre unido a él y animado por él, lo está más por su aversión al regente. A misa a la catedral; a ver la tía condesa de Nava; a pasear al Campo de San Francisco; bellísima situación. Planes del marqués sobre resolución de la Junta; exposición del mío:
1. ° Que no se puede persuadir a que la orden contenga la verdadera voluntad de Su Majestad ni el dictamen de su Consejo. Que su fundamento es la seguridad anticipada por el señor presidente.
2. ° Que, como representantes de todos los órdenes del Principado, no pueden reconocer en la nobleza otra obligación que la de concurrir al llamamiento del soberano, y que la Junta debe declarar que todos sus individuos de esta clase están prontos a cumplirla.
3. ° Que esto se entienda sin perjuicio de que Su Majestad exija de los hombres buenos del Principado el servicio que fuere de su agrado por vía de quinta, teniendo presente el corto número que resulta de los alistamientos.
4. ° Pero que se haga presente a Su Majestad que el Principado tiene derecho a que concurran a llenar el contingente que se les señalare los naturales que se hallan ausentes de él, por ser muy frecuente en muchos de sus concejos la emigración de los mozos libres y hábiles a otras provincias del reino.
Que en caso de llamamiento, se haga la convocación en la forma que se hizo en otras ocasiones, de que habrá noticia en la Junta, cometiéndole a un general que acuerde con la misma nobleza, por medio de diputados que nombrare, el número, forma y circunstancias del desempeño.
Que esto arreglado, los nobles se presentarán a su costa vestidos con la particular divisa que se les señalare, y con armas y caballo, debiendo después hacer el servicio a costa del estado.
Que se pida a Su Majestad que para este caso se forme de ella un Cuerpo con jefes y oficiales de su clase y uniforme señalado.
Que todo esto se entienda para el presente caso y en atención a las urgencias de la guerra, y que para lo sucesivo se pida a Su Majestad se digne declarar que no se exigirá de la nobleza de Asturias ningún servicio a que no se sujete.
Tiénele Peñalba, pero no le leerá. Comida alegre; por la tarde en casa; a la del marqués; poca iluminación; poca gente; menos para el baile; singularmente hombres; sólo bien puestas Ignacia (la de Heredia) y una de las de Centi; algunas indecentes. El refresco servido en pieza aparte y pequeñas mesas: medio muy económico. Cena ligera: dos jamones, cuatro platos de pollas, cuatro de truchas fritas, dos fritos, tartas, compotas, frutas; a casa.