Miércoles, 26.- Sigue el correo: a [Francisco] Campuzano, al bailío [Antonio Valdés Fernández Bazán]. Al ministro de Marina [Juan de Lángara y Huarte]: que la guerra con Inglaterra y la distancia y el idioma de Alemania hacen necesario que el viaje de [Timoteo Álvarez] Veriña sea a Francia, y, siéndolo, que estudie la teórica tres años en París y pase luego a la práctica, por otros dos, a Lieja, Limburgo o algún otro de los territorios carboneros de la República; que [José] Alvargonzález, a Segovia, sin tiempo, porque esto pende de los progresos que hiciere y del juicio de Proust.
Al Príncipe de la Paz, con gracias; a los directores de Caminos, que me informaré del estado de fondos y avisaré a don Antonio Noriega [de Bada], reconociendo que se debe a su celo y actividad el beneficio de la carretera, pidiendo que ayude mi celo para acabar esta grande obra; que ponga corrientes las consignaciones de salinas; que se dé aviso al Consejo si no está hecho; que ya escribí a León; que los proteja y representaren; que faltará dinero a censo y nada omitiré por hallarle; aquí no lo espero.
Tarde: paseo; a Contrueces; el obispo: grandes enhorabuenas por lo de carretera; lo mismo don Ramón [de Llano Ponte] y todos; silencio en lo del Instituto; no habían visto las órdenes; le di entrambas; manifiesta bastante placer por uno y otro. Nos acompañan hasta La Alameda; venía la Joaquina de [Valdés] Llanos [y Menéndez Valdés] y su familia. A La Traviesa. A casa; lectura en Cavanilles. Calor.