Cuaderno séptimo. Viaje 32º. Gijón-Oviedo-Trubia-Oviedo-Gijón. Día 9 de agosto de 1797

Comienzo de texto

Comienzo de texto: Miércoles, 9.- A las siete a Trubia. Vemos las obras nuevas de don Ignacio Muñoz [de San Clemente]; que hemos de comer juntos;

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Miércoles, 9.- A las siete a Trubia. Vemos las obras nuevas de don Ignacio Muñoz [de San Clemente]; que hemos de comer juntos; vemos el horno en fundición y otro cargado para calentar; hasta ahora nada sale bien con carbón de piedra, a pesar de las cuatro trompas; todo corriente y de excelente resultado con el de leña; con el otro sale el metal ataraceado, frío; se cree que consista en la calidad del carbón; se está escogiendo para hacer una prueba; puede que el método de depurarle; se sigue el de monsieur Jars, según Memoria que envió Colosia, pero no me parece convenir con el que leí en monsieur Venel; no conocen a éste ni a monsieur Morand; es bien extraño; ni menos tratan de poner, digo, traer, un fundidor extranjero y práctico en fundir, depurar, y que conozca la forma y dimensiones del horno, porque se siguieron a ciegas las de los comunes; el primer horno tiene tres trompas; el segundo, cuatro; máquinas muy bien trabajadas, pero con sólo diez y nueve pies de caída; [Fernando] Casado proponía ciento cincuenta. ¡Oh! Se están preparando los barquines por si no se funde con las cuatro trompas; el último recurso, a [Louis] Proust; ya está consultado; pero este hombre, aunque excelente químico, nunca fundió; siempre, pues, le faltará para el caso aquel tino práctico tan esencial.
Las obras bien hechas: primero, casa con dos torres u hornos, sus trompas a la espalda y grande espacio para vaciar o moldear las municiones; otra, de ciento cincuenta pies, para oficina del moldeo, esto es, para hacer los moldes; una máquina de bocarte o bocambre para moler las escorias, de que se sacan, a veces, treinta y siete arrobas de hierro al día; un almacén y una capilla empezadas; un canal para conducir las aguas; la presa a la altura de cuarenta pies de la fábrica, con una casa de distribución y sus ladrones, y un canal (cuya longitud no me dijeron) de dobles paredones, con relleno entre ellos de arcilla (aún hay filtraciones), y termina en otra caseta de distribución; un camino para subir venas y carbones y distribuirlos al horno; detrás, el emplazamiento para reaguar o ranguar las venas. Dicen que no piensan usar más que la de Castañedo [del Monte], que apunta bien, y da 37 por 100; veremos, porque antes era muy mala. Parecen todas las obras bien hechas y, a mi ver, con tanta inteligencia como economía. ¿Acaso saldrá húmedo el aire de las trompas? Comimos, conversamos y volvimos a la oración. Visita al arcediano de Écija; al regente.

Referencia: 07-766-01
Página inicio: 766
Datación: 09/08/1797
Página fin: 767
Estado: publicado