Mi estimado amigo y señor: No sólo daremos licencia a don Diego Cayón para que levante el plano topográfico del coto de Nava, sino que me congratulo con vuestra reverendísima de que haya tenido tan buen pensamiento, y que como en otras cosas sea también el primero en el deseo de aplicar la geometría práctica a esta especie de operaciones. Cuánta sea su importancia lo conocerá vuestra reverendísima en el efecto de ésta, y yo me complazco anticipadamente en la esperanza de que su buen ejemplo será seguido por otros monasterios, con tanta utilidad suya como del público: suya, porque en estos planos topográficos tendrán perpetuamente distinguidos y asegurados sus derechos; y del público, porque en ello se dará un gran paso en favor de la buena y exacta geografía de Asturias. Porque ¿cuánto no ganaría ésta, si Cornellana, Corias, Villanueva, Obona, si Valdediós, Belmonte, Villanueva de Oscos, si el cabildo, la ciudad y los dueños de jurisdicciones, cotos y términos redondos, promoviesen semejante trabajo? Así que doy a vuestra reverendísima las gracias por tan buen pensamiento, y no sólo ofrezco para su desempeño el ministerio de Cayón, sino que podrá llevar para su auxilio alguno de los discípulos más aventajados en la geometría práctica, y los instrumentos de medida que pudiere necesitar y tengamos.
Con este motivo renuevo a vuestra reverendísima, etc.