Muy señor mío: Con fecha de 11 del corriente me avisa el señor D. Sebastián Piñuela, secretario del Real Consejo de las órdenes, haber venido aquel Tribunal en nombrar a usted para la cátedra de Humanidades del Colegio de Calatrava de esa ciudad, vacante por dimisión del doctor D. Dámaso Herrero, con el situado de trescientos ducados anuales y por el tiempo de la voluntad del mismo Tribunal, todo con arreglo a lo que le propuse en mi informe de 26 de octubre anterior. Avísolo a usted de su orden para que, presentándose al Rector o Vicerrector de dicho Colegio, que estará ya enterado de dicha providencia, pueda desde luego empezar a ejercer su ministerio conforme a lo dispuesto en el Reglamento de estudios que se le manifestará a este fin.
Al mismo tiempo se servirá usted decirme si le acomoda pasar a vivir dentro del mismo Colegio, para dar a este fin las órdenes correspondientes, o si prefiere no hacer novedad en este punto, sin perjuicio de asistir a los pasos y ejercicios señalados en el citado reglamento.
Nuestro Señor guarde, etc.