Muy señor mío y de mi mayor estimación: Enterado de lo que usía se sirvió decirme en su favorecida de 27 de junio del año pasado, contestando a otra mía del 15 anterior, y sin que sea visto que le suponga obligado a separarse de su contenido, no puedo dejar de importunar de nuevo su atención, a fin de hacerle presente que, hallándonos en extrema necesidad de fondos para continuar la obra del Real Instituto Asturiano, nos haría usía el más señalado favor si se sirviese anticiparnos a nombre del señor coronel don José Robledo, su tío, los mil pesos fuertes que dicho señor tiene ofrecido enviar en fin de la guerra para dicha obra; cuya anticipación nos acomodaría aunque fuese en mesadas de mil quinientos reales cada una, con las cuales y los cortos auxilios con que contamos, podríamos ir entreteniendo los trabajos hasta que nos vengan los cinco mil pesos fuertes enviados de Méjico, y embarcados y detenidos en La Habana en la expedición del señor Galiano. Y como esto no pueda dejar de ser conforme al favor y protección que el señor don José, su tío, dispensa a este establecimiento, y yo tenga además en usía la confianza que corresponde a la generosa propensión que en otro tiempo ha manifestado hacia él, me atrevo a suplicar a usía que dispense esta gracia a nuestro Instituto, lo que yo reconoceré siempre como un particular favor, y pidiéndole al mismo tiempo que me disimule esta molestia, aprovecho tan oportuna ocasión para ofrecerme a sus órdenes con la más fina voluntad, con la que ruego a nuestro Señor, etc.