Muy señor mío y mi estimado paisano: Con mucho atraso he recibido la favorecida de usted y del señor Arango, en que me avisan del recibo de setenta y dos ejemplares de la Noticia de nuestro Instituto remitidos a Puerto Rico, con más otra partida entregada por nuestro paisano don Manuel Pérez, y me preguntan sobre la distribución. Desde luego apruebo que estos últimos se hayan dirigido a don Hilario de Espriella, como me dicen, y también el interesado avisándome de su recibo; pero en cuanto a lo demás, suponiendo que ustedes conocerán mejor que yo el fruto que se puede sacar de ellos en esas remotas partes, debo dejar dicha distribución a su cuidado, bien sea para que la hagan en ésa, bien para que comisionen a algunos paisanos de Nueva España para que los repartan entre otros, o bien vendiéndolos, si acaso se presentaren compradores. En suma, ellos se han destinado para excitar la generosidad de nuestros paisanos en favor de este útil establecimiento, y cuando no se esperare ningún fruto, será mejor retenerlo, por si en adelante se presentase mejor ocasión.
Con este motivo no puedo dejar de decir a ustedes que mi ánimo es publicar otro tomo, continuando la noticia histórica del Instituto, y acaso entonces se hará más deseado el primero. Mas este pensamiento no se puede cumplir hasta que se haya concluido la casa nueva, porque la impresión costará alguna cosa, y la obra consume todo cuanto podemos ahorrar, y aun no alcanza.
Por último, diré a ustedes que el ilustrísimo señor Candamo será también nuestro protector en esa isla, y por lo mismo espero que ustedes me hagan el favor de visitarle a mi nombre, y si lo tuviese a bien, proceder con acuerdo del señor ilustrísimo para lo que fuere más conveniente hacer en favor de nuestro Instituto.