Muy señor nuestro: Habiendo reducido a la cantidad de cien mil reales de vellón el préstamo que solicitó el Principado por medio del señor Miranda, y que se verificó en los términos de que suponemos a usted enterado por el mismo, debemos repetirle lo que le decíamos en nuestra carta de 10 de diciembre anterior, a saber, que están prontos y a disposición de usted los veinticuatro mil reales que convenimos ser necesarios para la fundación de Sebarga, a fin de que los recoja para realizar su imposición, o de que avise a los interesados para que acudan a verificarla aquí.
Y pues que usted aprueba el pensamiento de imponer alguna parte del caudal restante de la misma pupila en bienes raíces, aprovecharemos cualquiera ocasión oportuna de hacerlo que ocurriere en este concejo, y si usted nos avisare, concurriremos a que se haga otro tanto en esas inmediaciones.
En cuanto a nuestra cuenta, [estamos] tan ciertos ya de que usted nada habrá encontrado que reparar en ella, como del trabajo que le cuesta decírnoslo; así quedamos satisfechos de haber llenado hacia usted cuanto exigían de nuestra parte la justicia y la urbanidad, aunque sin retorno.