Muy señor nuestro: La Real Sociedad de los Amigos del País de Asturias, justamente admirada de los raros ejemplos de ilustración y celo que la Real Sociedad de los Amigos del País Bascongado manifiesta a cada paso en el desempeño de los objetos de su instituto, y no contenta con tenerlos siempre a la vista y hacer de ellos un objeto de continua imitación, quisiera también unirse a esa Real Sociedad por medio de algún vínculo que, al mismo tiempo que atestiguase estos sentimientos, le diese algún derecho a la participación de sus luces y adelantamientos. Con esta idea ha acordado se solicite eficacísimamente establecer una hermandad estrecha y perdurable con la Real Sociedad Bascongada, y nos ha dado la más amplia comisión para hacer a su nombre esta solicitud en la forma que nos pareciese más conveniente.
Nosotros, a quienes son muy conocidas las virtudes patrióticas que adornan el carácter de V.S., y que además tenemos irrefragables pruebas de la especial inclinación con que mira a nuestra Sociedad, hemos determinado elegirle por mediador en esta intercesión; y a este fin, remitiéndole la adjunta certificación del acuerdo de nuestra Sociedad, suplicamos a V.S. a su nombre tenga a bien hacerle presente en la Real Sociedad Bascongada, interponiendo ante ella su poderosa mediación, para que se digne benignamente de acceder al establecimiento de la propuesta hermandad, haciendo sobre ello el correspondiente acuerdo y sirviéndose V.S. de avisarnos de su resolución, para que podamos desempeñar nuestro encargo.
Con este motivo aprovechamos nosotros la ocasión de asegurar a V.S. de los sentimientos de veneración y aprecio que tenemos hacia su persona, y le rogamos nos distinga siempre con sus apreciables órdenes, pidiendo entretanto al Altísimo se digne prolongar su vida y llenarle de felicidades.
Gaspar de Jovellanos – El conde de Toreno.