Excelentísimo señor:
Dirijo a V. E. el oficio del director del Real Instituto cuya perfección se ha dignado S. M. poner a mi cuidado.
Por él verá V. E. los progresos de la enseñanza en todos sus ramos, los cuales al mismo tiempo que me llenan de satisfacción, me dan las mayores esperanzas para lo sucesivo.
Espero que se acreditará así ante el público en el certamen que se está preparando con arreglo a la ordenanza provisional aprobada por S. M. y de cuyas resultas daré cuenta a V. E. a su tiempo.
Entretanto se ha abierto en el día 2 del corriente la nueva escuela gratuita de primeras letras dotada por el difunto abad de Santa Doradía, y agregada al Real Instituto por Real Orden de 11 de noviembre de 1795.
Confío en que este establecimiento y el nuevo curso de buenas letras, que por disposición mía ha abierto el bibliotecario para perfeccionar el conocimiento de la lengua castellana, contribuirán en gran manera a acelerar los progresos de la enseñanza del Instituto.
Tal me prometo también del celo y continua vigilancia del director, y del exacto desempeño de sus profesores.
Nuestro Señor guarde a V. E. muchos años.
Gijón, 20 de enero de 1797
Excmo. señor Gaspar de Jovellanos.
Excmo. señor don Juan de Lángara.