Excelentísimo señor:
Pongo en noticia de V. E. para que se digne elevarlo a la de S. M. que el día 4 del corriente falleció en Gijón mi hermano el capitán de navío don Francisco de Paula Jove-Llanos, comendador de Aguilarejo en la Orden de Santiago y primer director del Real Instituto Asturiano.
Este suceso como el primero acaecido después de la fundación del Instituto, puede producir alguna duda acerca de su dirección en tiempo de vacante: pues en efecto me avisan que el comisario de Marina de la provincia trataba ya de incluirse en ella.
La ordenanza provincial aprobada por S. M. tiene decidido para él, lo conveniente: pues que en varios de sus capítulos dispone expresamente que en la vacante de director y en sus forzosas ausencias suplirá sus veces el profesor más antiguo: que este, cuando ocurriere la vacante, dará cuenta a S. M. por la Secretaría del Despacho Universal de Marina; y que mientras durare, la llave del arca de fondos que debía parar en el director, pasará al profesor segundo: ya que en poder del primero para otra llave, y por último en la misma ordenanza tiene declarado S. M. que aquel establecimiento estará siempre única y directamente sujeto a la Secretaría del Despacho Universal de Marina que V. E. obtiene.
Ocurre además que S. M. ha tenido a bien nombrar para segundo director de aquel Instituto al oficial de Marina don Francisco García González: el cual, si se presentare allí parece que deberá encargarse de la dirección vacante.
Al mismo tiempo juzgo preciso prevenir a V. E. que el referido comisario trata de incluirse de oficio a formar el inventario de la herencia de mi difunto hermano; y aunque yo no dudo de que a su fuero pertenecerán las discusiones judiciales a que pueda dar lugar su testamentaría, me parece que siendo notorio que mi hermano ha formado su testamento, es enteramente ilegal que antes de la publicación de este y no habiendo reclamación alguna de los herederos instituidos ni abintestato, que todos son mayores y conocidos, se entrometa aquel juez a ninguna diligencia judicial en la materia.
Pido por tanto a V. E. se digne expedir las órdenes convenientes: primero: para que el comisario de la provincia de Gijón no estorbe al segundo director del Instituto, si se hallare presente, y si ausente al más antiguo de sus profesores, en el gobierno y dirección interina de dicho establecimiento; segundo: para que en ninguna manera proceda a la formación de inventario ni otra diligencia judicial relativa a la última disposición de mi hermano, mientras no fuere a instancia de alguno de sus herederos o interesados en ella.
Más adelante tendré el honor de exponer a V. E. mi dictamen acerca del nombramiento de nuevo director y demás, que en el presente estado sea conducente al bien del Real Instituto; y entretanto ruego a Nuestro Señor guarde la vida de V. E. muchos años.
San Ildefonso, 10 de agosto de 1798
Excmo. señor Gaspar de Jovellanos.
Excmo. señor don Juan de Lángara.