I. Correspondencia sobre el Real Instituto Asturiano. Informe sobre las gestiones que ha efectuado para encontrar un profesor de mineralogía, sin resultado positivo. Propone enviar

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Excelentísimo señor:
Por la Real Orden de 15 de noviembre de 1793 se dignó S. M. mandarme que a fin de elegir el profesor de mineralogía para este Real Instituto, tratase yo con el ingeniero en jefe don Fernando Casado de Torres puesto que daba tiempo el periodo en que debía empezar esta enseñanza.
Hícelo así, y aquel celoso oficial escribió inmediatamente a Alemania sin que entonces ni en todo el año siguiente tuviese contestación alguna, según me avisó en carta de 19 de diciembre de 94.
Entretanto se me dio noticia de que Mr. del’Église, emigrado francés que residía en Oviedo, era de superior habilidad singularmente en la física experimental y como instase ya la necesidad de preparar esta enseñanza, propuse al Excmo. señor don Antonio Valdés, en oficio de 18 de febrero de 95 y con acuerdo del mismo don Fernando Casado, se le encargase interinamente de ella.
Las circunstancias del tiempo no hicieron aceptable esta proposición y en la Real Orden de 11 de marzo siguiente se me dijo que, pues el estudio no debía empezar hasta en 1796, viese si encontraba un profesor español a quien encargar esta enseñanza sin dejar de observar la conducta y máximas del propuesto por si no pareciese.
Poco después, con ocasión de un viaje que hice a La Rioja, pude conocer y tratar al profesor don Gerónimo Mas que había enseñado con mucho crédito las ciencias naturales en el Seminario de Vergara entonces disuelto. Propúsele si quería venir a enseñarlas en este Real Instituto y aunque nombrado ya para el destino que hoy obtiene en el Colegio de San Telmo de Málaga, pareció aceptar con gusto el partido que le ofrecí, mejorado con todas las ventajas que estaba en mi mano prometerle.
No es del día molestarle a V. E. con la serie de la correspondencia que seguí acerca de esto con dicho profesor: bástame decir que habiéndole pedido a fines del año anterior, una contestación terminante diciéndole que su silencio sería para mí tan decisivo como su respuesta, tomo el partido de callar.
Como la paz había ya removido el reparo que pudo haber contra Mr. del’Église volví la atención hacia él pero este digno sujeto que, echado de Asturias por las órdenes de internación, había perdido después a su esposa, y sufrido otros golpes que agravaron su triste situación, se hallaba al fin establecido en Valladolid, y tan conforme con su suerte que convidado de nuevo por mí con este destino se negó primera y segunda vez a admitirle.
Esto, el desengaño de que en España no se halla persona que pueda desempeñar la enseñanza en cuestión, la seguridad de que ningún extranjero se encargaría de ella por la corta dotación que puede ofrecer el Instituto, y el justo temor de que logrado alguno, la ignorancia de nuestra lengua sería para cualquiera un obstáculo insuperable para el buen desempeño, me han hecho tomar un partido, largo a la verdad pero seguro.
Tengo determinado enviar a Segovia a don Josef Alvargonzález Zarracina, auxiliar de matemáticas del Instituto, sujeto de superior talento en esta ciencia, y adornado además con las recomendables circunstancias de grande aplicación y excelente conducta. De los fondos del Instituto se le señalará una pensión con que pueda mantenerse en aquella ciudad. Podrá estudiar en ella y al lado del sabio profesor don Luis Proust las ciencias naturales, y señaladamente la mineralogía y confío en su aplicación y en sus luces que por este medio podremos lograr lo que por los tentados hasta aquí parece tan difícil.
Ruego por tanto a V. E. lo haga así presente a su majestad para que si mereciese su real aprobación, se digne dar las órdenes correspondientes a fin de que se le admita y atienda en aquel estudio, y que se le recomiende su enseñanza al celo y cuidado del digno profesor que le dirige.
Nuestro Señor guarde a V. E. muchos años.
Gijón, 15 de mayo de 1797
Excmo. señor
Beso la mano de V. E., su más rendido afecto servidor, Gaspar de Jovellanos.
Excmo. don Juan de Lángara.

Referencia: 14-984-01
Página inicio: 984
Datación: 15/05/1797
Página fin: 985
Lugar: Gijón
Destinatario: Don Juan Cayetano de Lángara, ministro de marina.
Manuscritos: Archivo Álvaro Bazán, Sec. Instituto Asturiano, carpeta: 15 de agosto de 1797
Ediciones: ADARO RUIZ-FALCó, L.: Documentos inéditos de Jovellanos relativos al Real Instituto Asturiano, Oviedo, IDEA, 1988
Estado: publicado