NOTA
Gijón, 18 de noviembre de 1797.
El domingo 12 del corriente a las cuatro de la tarde se celebró la ceremonia de colocar la primera piedra del edificio que de orden de S. M. se fabrica para residencia del Real Instituto Asturiano. Presidieron esta ceremonia el Excmo. don Gaspar Melchor de Jovellanos, y su hermano don Francisco de Paula, promotor y director del mismo Instituto respectivamente, acompañados de todos los profesores, alumnos y discípulos que hoy le componen. Asistieron a la misma ceremonia convidados en diputación el clero, ayuntamiento, comercio y gremio de mar de esta villa; el comandante de las Armas y el de la Artillería marqués de San Esteban. El del 3. Batallón de Infantería de Asturias con su oficialidad, y la restante de la Guarnición y forastera; el comisario de Marina de esta provincia. Los empleados de Real Hacienda y un crecido número de personas de ambos sexos de la villa y resto del Principado. En la primera piedra se colocó una caja de plomo, y en ella una colección completa de monedas de oro, plata y cobre del corriente año, una guía de forasteros, un estado de la Real Armada, un ejemplar de la Noticia del Real Instituto, otro del Censo español, y un censo de la villa de Gijón, según el presente estado de su población. Bendijo el lugar de la colocación de dicha piedra el doctor don Nicolás de Sama, cura párroco de esta villa y enseguida se solemnizó tan piadoso acto con salvas de la artillería de los fuertes y de algunas embarcaciones y de fusilería por todo el batallón sobre las armas, y al mismo tiempo por un himno cantado por tres niños en loor del rey y príncipe nuestros señores a la vista de sus retratos, que guarnecían el altar preparado para la piadosa ceremonia que fue concluida con general edificación y complacencia del concurso.
Por la noche hubo iluminación general, baile de teatro por los alumnos del Real Instituto, y baile abierto para las gentes distinguidas de la villa y forasteras, dispuesto en paraje proporcionado a costa del ayuntamiento, habiendo reinado el mejor orden, y la más completa satisfacción y alegría de todos los concurrentes.