José Velázquez, marqués de Valdeflores

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Oí de boca de don Eugenio Llaguno, secretario del Consejo y Junta Suprema de Estado, que don [Luis] José Velázquez, marqués de Valdeflores, a quien trató familiarmente en la tertulia de don Agustín Montiano, tenía una suma facilidad en trabajar y muchísima constancia y aplicación; que nunca tuvo facultades para poder vivir con alguna comodidad y que por esto tampoco tenía libros, valiéndose siempre de los de sus amigos; que sus Anales de la poesía castellana fueron el fruto de las conversaciones de invierno de dicha tertulia; que él apuntaba a veces en ella misma por su rapidez y soltura en escribir, habiéndolos trabajado y dispuesto en su viaje desde Madrid hasta Mérida, desde donde los remitió a dicho Montiano; que se había propuesto leer todos los autores griegos y latinos para apuntar y extractar todos sus pasajes relativos a España y que, sin embargo, es poco fiel en muchas de sus copias de monumentos antiguos, efecto de la inconstancia de su genio; que esta inconstancia, una cierta chocarrería que le acompañaba, sus murmuraciones y descuido, le embarazaron para ser gentilhombre del señor infante don Gabriel, empleo a que le destinaba el secretario de Estado, marqués de Grimaldi; que este señor se disgustó con él porque, habiendo sabido el estrecho en que se hallaba para pagar la media anata de su título y hecho que el rey le librase una gratificación para ello de su bolsillo secreto, Velázquez la cogió y gastó sin cuidar de satisfacer dicha media anata; que cuando le prendieron le hallaron en un cuarto desmantelado y con una cama miserable; que murió desgraciada y repentinamente al levantarse una noche a desahogar el vientre, encontrándosele en el suelo difunto la mañana siguiente y con la cabeza contusa, sin duda por haber caído contra uno de los mástiles de la cama y que por último el mismo señor Llaguno conservaba un tomo en cuarto de sus cartas semanales con don Agustín Montiano en el tiempo de sus viajes; pudiendo si viviese en el día (11 de enero de 1789) tener sobre sesenta y cinco años de edad.

Referencia: 12-539-01
Página inicio: 539
Datación: 11/01/1789
Página fin: 540
Estado: publicado