Notas para la biografía de la beata Catalina Thomas

Comienzo de texto

Comienzo de texto: Nació en Valdemuza a 1. º de mayo de 1533. Fue hija de Jaime y de Gallard, pobres y honrados, y la séptima después de 4 hermanos varones y 2 hembras. No se halla

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Nació en Valdemuza a 1. º de mayo de 1533. Fue hija de Jaime y de Gallard, pobres y honrados, y la séptima después de 4 hermanos varones y 2 hembras. No se halla su partida bautismal, pero consta que se bautizó en su parroquia.
Se instruía con ansia en el catecismo, tenía grande vocación en la iglesia, oía con atención la divina palabra, y era de un porte tan modesto y grave que en su villa la llamaban la niña vieja. De muy temprano aborreció toda gala y compostura y huyó con gran cuidado del bullicio y las diversiones. Por el contrario, usaba de varias mortificaciones, era afable y suavísima con los demás, y en su gran manera caritativa, dando a los pobres su comida. Un inocente deseo de un jugón le costó muchas lágrimas. No menos el dicho de cierta mujer que tenía un niño en los brazos al que la beata miraba: la otra viéndola tan agraciada y modesta, mírale bien, le dijo, porque quiero que seas mi nuera. Explicáronle después el sentido, y como si presintiese la vocación y después siguió, se afligió mucho, hasta que Dios la consoló dándole en repetidos avisos la esperanza de que él solo sería su esposo.
Crecía en el pueblo el amor y la admiración de esta niña y buscábanla para madrina de los bautizos, a cuyo acto santo y religioso asistía con gran complacencia. Pero la mortificaba la necesidad de ataviarse según que la costumbre y la misma santa solemnidad requería. Pero la angustiaban sobre todo las alabanzas que, al verla así engalanada, daban las gentes a su hermosura y singular belleza. Así, para evitarlas y sacudir tan triste sujeción, huía unas veces a despojarse de los vestidos de fiesta, otras se escondía y otras se alejaba con el pretexto de ir a la iglesia a sus devociones. Había perdido temprano a su padre y aun a su madre, que se puso a servir, poniéndola con una tía, y falleció dejándola en edad de siete años. Pasó entonces a la casa de Bartolomé Gallart, su tío materno, y de su tía paterna María Tomás, aquél áspero y duro, ésta presuntuosa y soberbia. Vivió sujeta a ellos, en medio de grandes faenas rústicas y grandes peligros de su honestidad, por 10 u 11 años. Tenía allí una prima y esperaba que se durmiese para darse a sus ejercicios de devoción. Pero ésta no podía esconderse. Tardando un día en volver con el ganado que arrendaba la halló su tío orando sin que las ovejas tocasen los vecinos sembrados.
El cielo y sus moradores la favorecían. San Antonio Abad la avisó en la oración que la noche iba a sorprenderla en el campo, San Bruno la sacó de un pozo, Santa Catalina la volvió al camino que había perdido y la obligó a salir súbito de casa para salvar la vida de su hermano que vivía con otro. El diablo la tentaba con frecuencia, le inspiró una gran desconfianza de seguir la virtud, pero el cielo la sostuvo siempre. Aparecíasele, ya en forma horrenda, ya en la de un bello joven para tentarla, la perseguía, y maltrataba, mas siempre quedó burlado.

Referencia: 12-496-01
Página inicio: 496
Datación: 1802
Página fin: 497
Estado: publicado