El famoso Pedro [Sánchez de] Ciruelo fue canónigo de la catedral de Segovia, en cuyos libros de posesiones consta de la suya, y de esta iglesia pasó a Salamanca, donde fue también canónigo y catedrático de su Universidad, conservándose entre los manuscritos de su biblioteca su célebre Biblia interlinear hebrea, latina y castellana, en dos tomos en folio y toda de su mano. En su primera edad pasó a París a aprender la teología escolástica, que florecía mucho más en la Sorbona que en las universidades de España y, siendo poquísimo conocidas allí las matemáticas, él las enseñaba privadamente sacando de estas lecciones lo necesario para su subsistencia, que por ser pobre no podía procurarse de otro modo.
Entre los manuscritos del Colegio de San Bartolomé de Salamanca, se conservan en un tomo en folio los originales todos del levantamiento del Perú y pacificación del célebre [Pedro] La Gasca, las cartas, manifiestos y papeles que se pasaban mutuamente o entendían las cabezas de uno y otro partido, con sus firmas y letras y todo lo necesario para poder escribir con la mayor escrupulosidad y verdad este trozo de nuestra historia de América.