Poesías Atribuidas. Oda. A la reconquista de Mahón

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Comienzo de texto: Sáficos Sagrado Marte, que de los iberos propicio numen tutelar te precias, desde do nace reluciente Febo hasta el ocaso;

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Sáficos
Sagrado Marte, que de los iberos
propicio numen tutelar te precias,
desde do nace reluciente Febo
hasta el ocaso;
5 un nuevo triunfo, dádiva del cielo,
con gozo dulce, júbilo süave,
nos trae píos, nos conduce gratos
ante tus aras.
Oye benigno los sonoros ecos
10 con que en acordes cánticos hoy llena
tu santo templo música celeste
de melodía.
Mientras adorna la piadosa mano
por el recinto tu sagrada estancia,
15 con estandartes del bretón vencido
sobre Menorca,
Mahón, padrastro del ibero solio,
infame nido del infiel pirata,
inglés baluarte que usurpó la guerra
20 en el Tirreno,
ya por el brazo de Crillon invicto
a breves iras del feroz Vulcano,
entre ruinas, polvo, sangre y muerte
yace rendido.
25 Neptuno mismo sobre el alto carro
guía la armada, y al marino prócer
y a la bizarra juventud ilustre
da su tridente.
Calló el orgullo del bretón altivo,
30 ni ve. el Tirreno los ingleses yakes
sobre las altas y doradas popas
ondear al viento.
Hércules pudo por entre columnas
de Ábila y Calpe dar a sus navíos
35 tránsito libre desde el océano
por el estrecho;
mas ya de Carlos Córdoba conduce
de entrambos mares la neptunia llave,
la armada regia que con santa mano
40 conserva y guía.
Albión le mira desplegar al viento
sobre sus costas, con la cruz sagrada
de los castillos y de los leones,
la real insignia.
45 No de otra suerte tímido rebaño
huye, si escucha del supremo Jove
el ronco trueno por los altos cerros,
a la cabaña.
Buscan el puerto, y en cobarde fuga,
50 las viles popas entregando al viento,
¡baldón infame! las britanas quillas
vilmente huyen.
Júpiter santo, tutelar Neptuno,
sagrado Marte, númenes eternos,
55 Tolón os diga del valor hispano
la naval gloria.
Dad a la ilustre náutica milicia
que los pendones ánglicos presente
en repetidos triunfos gloriosos
60 a vuestro templo.
Dad al monarca, cuyo cetro rige
la vasta mole que circunda Febo
bajo su planta, que el bretón ceñudo
la cerviz ponga.
65 Dad, dioses sumos, al que junto al trono
leyes dispensa, bélicos aciertos,
con que las proas que el león corona
el mar dominen.
Verán entonces Tetis y Anfitrite
70 al marinero que en levante vive,
al que del norte por la mar navega,
y al de poniente,
llevar devotos de las dos deidades
timones rotos, mástiles rendidos
75 ante las aras, para que les salven
de los naufragios.
Y tú, que puedes de los hondos mares,
Fenisa bella, de los crudos vientos
cantar la furia, plácida recibe
80 mi breve ofrenda.

Referencia: 01-333-01
Página inicio: 333
Datación: 1786
Página fin: 335
Estado: publicado