Lección 15 DEPREDACIÓN Existen diferentes tipos de depredadores,
organismos que consumen total o parcialmente a sus presas: los depredadores
en sentido estricto consumen a sus presas; los pacedores y herbívoros
consumen una parte de la presa sin matarla; los parásitos, también consumen
un parte de las presas pero tienen una relación directa con estas (pueden ser internos y externos); los
parasitoides, que tiene una fase de vida libre y otra parásita, causando esta
la muerte del hospedador. Una clase especial de consumidor son los
descomponedores que consumen organismos muertos o fragmentos. Los depredadores y sus presas sufren
procesos evolutivos resultado de la relación, por lo que se puede hablar de coevolución. En el caso de las presas,
se traduce en cambios que reducen su
consumo por los depredadores; en los depredadores se traduce en cambios que
facilitan la adquisición y digestión de las presas. Sin embargo, no todas las
relaciones observadas se han originado a partir de esta, si no que puede deberse
a una relación precedente. Uno
de lo mecanismos de escape de las presas es la Defensa, que puede ser física (tamaño espinas, etc.),
descargas eléctricas, químicas (tóxicos o inhibidores de la digestión),
reacciones de huida o inducción de respuestas (cripsis, mimetismo,
coloración, actitud, etc.). Se pueden dar respuestas compensatorias en
el caso de que el depredador no cause la muerte de la presa. Serían ejemplos la
mortalidad de individuos marginales (p.e. jóvenes), o respuestas
compensatorias a la relación (eliminación de autosombreado, mayor tasa de
crecimiento, incremento de la fotosíntesis, etc.). Los depredadores pueden causar daños no
compensables, cuando consumen partes vitales del organismo, como puede ser el
consumo de raíces. Para analizar las respuestas de los
depredadores hay que considerar varios aspectos entre los que se encuentra la
calidad de las presas, su composición elemental y los componentes
bioquímicos. Un factor reductor de calidad es la presencia de sustancias no
digeribles, como las celulosas y ligninas. El crecimiento de la población de
depredadores depende de la calidad de los recursos a los que tienen acceso. La respuesta óptima de un depredador
depende de su capacidad para seleccionar las presas. Se puede valorar teniendo
en cuenta la relación Energía/ Tiempo,
considerando la energía o materiales obtenidos de cada tipo de presa, y el
tiempo de búsqueda y de manejo por parte del depredador. La tasa de consumo de los depredadores se
modifica con la densidad de las presas; se denominan Respuesta Funcional a las funciones que expresan esa relación.
Se reconocen tres tipos que dependen de si la tasa de consumo es o no
saturante, o de si es necesario un reconocimiento como presa potencial de
otros organismos. En este último caso la respuesta es sigmoidal. Los modelos depredador presa tienen en
cuenta el efecto depresor de los depredadores sobre las presas, y el efecto
positivo de las presas consumidas sobre el crecimiento de los depredadores. El
modelo más sencillo, el de Lotka-Volterra predice una solución cíclica. Este
tipo de resultados se ha observado en la naturaleza y en experimentos de
laboratorio. Modelos más complejos consideran un
crecimiento denso-dependiente de las presas, y un efecto autolimitador del
consumo de presas relacionado con la denso-dependencia de los depredadores.
Los tipos de soluciones que se originan son variados, desde densidades
estacionarias de depredadores y presas, hasta situaciones inestables, pasando
por soluciones cíclicas. Un aspecto de interés de estos modelos es que pueden
generar más de una situación estable del sistema, que se consigue a dos
densidades muy diferentes de presas. En estos casos suele existir un punto
intermedio de equilibrio a densidades intermedias de presas. La relación depredador-presa ha sido
utilizada ampliamente en estudios de gestión de recursos, siendo los humanos
los depredadores y los organismos recurso las presas. También se ha utilizado
en casos de lucha biológica y en la regulación de explotaciones (p.e. en pesquerías).
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