Lección 22      FLUJOS DE MATERIA

 

La Tierra y los ecosistemas pueden descomponerse en Compartimentos. Los compartimentos se definen como entidades abstractas en las que un elemento químico se encuentra en una composición definida, y existen barreras a la transferencia entre distintos compartimentos, lo que minimiza el flujo entre compartimentos respecto a la dinámica interna.

El flujo de los distintos elementos entre compartimentos se denomina flujo biogeoquímico, y constituye  a escala global ciclos, los Ciclos Biogeoquímicos. Se pueden diferenciar compartimentos globales: el suelo y los sedimentos, la atmósfera, la hidrosfera y la biosfera. Un ecosistema puede ser descompuesto en compartimentos menores, p.e. mantillo de un suelo, biomasa subterránea.

Además de transferir energía química, las transferencias tróficas implican la transferencia de sustancias y elementos, sustrato básico para la constitución de nuevo soma por parte de los organismos consumidores.

Los ciclos se clasifican en atmosféricos o sedimentarios dependiendo de cual sea el almacén principal de dicho elemento. El fósforo tiene un ciclo sedimentario, mientras que el nitrógeno es principalmente atmosférico.

Son característicos de cada compartimento los flujos de entrada y salida y la cantidad almacenada. La dinámica de un elemento en un compartimento se puede medir con la tasa de renovación (Flujo / Cantidad almacenada) o el  tiempo de renovación (Cantidad almacenada / Flujo).

Un ecosistema en estado estable mantiene constante, u oscilatoriamente constante, la cantidad almacenada. Los flujos de entrada y de salida están compensados a escalas estacionales. Un ecosistema en desarrollo incrementará la cantidad almacenada, es decir, el flujo de entrada es mayor que el de salida.

Los ecosistemas tienen sistemas de control sobre los flujos de elementos constituyentes de la materia viva, que se traduce en menores tasas de perdida en la mayoría de los elementos. La eliminación de los organismos origina mayores pérdidas.

Los ciclos del carbono, nitrógeno y azufre se organizan, en los aspectos en los que intervienen los organismos, en gradientes de oxidación – reducción. El estado de estos elementos en el medio es oxidado, y en los organismos y en los materiales orgánicos, reducido. Existen organismos procariotas que utilizan estos gradientes como fuente energética, mediante metabolismos especiales (sulfatoreductores, desnitrificantes, metanogénicos).

Algunos de los problemas actuales de la humanidad tienen que ver con desequilibrios en los ciclos biogeoquímicos de algunos elementos. El calentamiento global con la acumulación en la atmósfera de gases carbonados (dióxido de carbono, metano, clorofluorocarbonos). La eutrofización, con aportes de nitrógeno y fósforo como abono o residuos urbanos e industriales. El hombre, y su metabolismo endo y exo somático, interviene en la generación de los desequilibrios.