Lección 25        Evolucón histórica del efecto del

               hombre sobre la naturaleza

La especie Homo sapiens tiene un origen bastante reciente. Sus poblaciones pudieron coexistir con otras especies del mismo género. En la actualidad es la única especie del linaje que existe. La población humana  ha tenido un incremento paulatino desde su aparición hasta comienzos del siglo XIX. Posteriormente ha sufrido un incremento exponencial hasta alcanzar los 6 millardos en el año 2000.

Las poblaciones humanas manifiestan diferencias demográficas importantes. Hay poblaciones en rápido crecimiento, con fertilidad elevada y con pirámides de edades dominadas por las clases de menor edad. Suelen predominar en países con menor desarrollo económico. En países más desarrollados, o con control político fuerte, la natalidad se ha reducido a valores muy bajos (incluso por debajo del nivel de reemplazo) y las pirámides de edad no muestran diferencias entre clases de edad. Son poblaciones en con crecimiento lento o negativo.

Las poblaciones humanas se han adaptado al uso de los recursos disponibles en cada zona geográfica. Por ello utilizan diferentes recursos y utilizan el territorio y los ecosistemas de acuerdo a su desarrollo cultural y tecnológico. Se pueden reconocer tres tipos de sociedades: recolectoras, agrícolas y ganaderas, e industriales.

Las sociedades recolectoras permiten una densidad de población baja. En general extraen productos de los ecosistemas en los que viven sin realizar una explotación intensiva de las poblaciones del entorno. Pueden desarrollar agricultura rudimentaria y efímera, como la de quema y plantación. Se encontrarían ejemplos en las selvas tropicales – 1 hab/ km2 – o los atolones o islas arrecife – 5 hab/ km2 –, actuando en este último caso el propio atolón como concentrador de a la pesca, uno de sus recursos más importantes..

Las sociedades agrícolas – ganaderas permiten sostener poblaciones mucho más abundantes. El control sobre la producción de alimentos permite la existencia de excedentes. Esto libera a algunas personas del trabajo agrícola y permite el desarrollo de actividades complementarias y el desarrollo tecnológico. Ejemplos serían: a) las sociedades agrícolas basadas en el arroz – hasta 200 hab/ km2 –, que pueden complementar su dieta mediante el cultivo de peces. Parte del trabajo puede ser realizado por ganado doméstico. b) Las sociedades ganaderas que explotan el ganado que se alimenta de la vegetación natural en zonas de sabana. En general son sociedades migradoras que sostienen densidades intermedias, sobre 25 hab/ km2.  

Las sociedades industriales también han industrializado la agricultura. La agricultura industrial utiliza combustibles fósiles como base del trabajo. Esto permite que muy pocas personas puedan producir alimentos para poblaciones que habitan en las ciudades. La densidad de población en el campo se encuentra alrededor de 50 hab/ km2, mientras que en las ciudades se puede alcanzar los 2000 hab/ km2.

La producción del mismo tipo de cultivo se diferencia entre estos tipos de sociedades. Las sociedades agrícolas, con trabajo humano y animal, pueden obtener cosechas suficientes para el automantenimiento y un excedente para la venta. Parte de la energía tomada de la producción autóctona es reinvertida en nuevo trabajo agrícola, pudiendo utilizarse terrenos marginales para ello. La agricultura industrial elimina el trabajo animal y reduce el trabajo humano, facilitando la obtención de cosechas más abundantes.

Sin embargo, el rendimiento de los cultivos (energía de la cosecha / energía invertida) disminuye. El rendimiento decreciente del trabajo agrícola representa una limitación para la producción futura de alimentos.

La fuente de proteínas de los humanos son de mayor a menor: cereales, ganadería, legumbres, pescado y otros vegetales.