Lección 8 MEDIOS ACUÁTICOS Las
propiedades del agua: elevado calor específico, elevada viscosidad y densidad
y ser un disolvente casi universal, exigen de los organismos acuáticos
adaptaciones específicas. La
velocidad de desplazamiento de los organismos acuáticos, así como la
morfología necesaria para hacerlo depende del tamaño de los organismos. En
los muy pequeños y lentos predominan fuerzas de viscosidad y en los grandes y
rápidos predominan fuerzas inerciales. La viscosidad cinemática nos da una
idea de las fuerzas imperantes; se mide en Reynolds (unidad adimensional). Los
ambientes acuáticos pueden ser marinos y de aguas continentales. En esta
última se distinguen aguas corrientes y aguas estancadas superficiales (ríos
y lagos), acumulaciones de hielo y agua subterránea (acuíferos). Lagos
y océanos pueden estar estratificados, aguas menos densas en superficie y más
densas en el fondo, o mezcladas, con igual densidad en toda la columna de
agua. En el primer caso la difusión de gases y sustancias disueltas se ve
limitado, mientras que en la segunda la difusión turbulenta puede transportar
ambos con gran eficacia. Los
lagos y océanos pueden alcanzar condiciones de mezcla o de estratificación
una o dos veces al año, o no mezclarse nunca. Depende de la latitud y en el
caso de los lagos de la altitud. Por
su concentración de sales las aguas se diferencian en marinas, salobres y
dulces. Las aguas marinas tienen una composición salina muy constante. Las
aguas continentales pueden diferenciarse por su composición salina, ya que
dependen del substrato por el que discurren. Las aguas atalasohalinas tienen
una composición muy diferente al agua marina (talasohalinas). Las aguas más
salinas se encuentran en los continentes. Los
organismos tienen que regular su balance osmótico respecto al medio exterior.
Pueden ser osmoconformistas u osmoreguladores. La regulación osmótica se
puede realizar por los órganos de excreción o por otros órganos (p.e. las
branquias en peces). Además
de su balance osmótico también tienen que regular su balance ionico. La
regulación iónica se puede realizar incorporando algunos compuestos a los
fluidos del cuerpo; un ejemplo es la incorporación de urea (en
elasmobranquios) La
disponibilidad de oxígeno en el agua depende de la solubilidad del oxígeno
(Ley de Henri, Solubilidad = c Po; c -cte solubilidad, Po - presión
parcial), influida por la temperatura y la salinidad. También influye la
actividad de los organismos que viven en un cuerpo de agua, y en general de
si predomina la producción o su respiración. La
estratificación limita la difusión del oxígeno, por lo que durante el periodo
de estratificación en lagos puede producirse un déficit de oxígeno en la capa
inferior (hipolimnion). En sedimentos compuestos por partículas finas son
frecuentes periodos de anoxia. Los
organismos de respiración atmosférica deben tener adaptaciones especiales
para poder mantener su actividad sumergidos. La regulación del nitrógeno en
sangre en mamíferos y aves, el mantenimiento de burbujas de aire, o el
desarrollo de pneumatóforos por raíces de mangles, son mecanismos para
facilitar la respiración oxigénica. Los
nutrientes inorgánicos se encuentran en el agua en forma iónica. Su
accesibilidad depende, en primer lugar, de su concentración en el agua. En
segundo lugar depende de la turbulencia que rompe los gradientes de
concentración alrededor del organismo. En tercer lugar, de la morfología y la
motilidad del propio organismo y del coeficiente de difusión de cada ión. La
concentración de nutrientes suele tener una distribución opuesta a la de la
concentración de oxígeno. Es el reflejo de la mineralización, que implica el
consumo de oxígeno, excepto en zonas anóxicas. Los
materiales particulados que sedimentan, y terminan por formar parte del
sustrato, son los constituyentes del Sedimento.
Este se diferencia del suelo en
que su estructura vertical depende de los materiales sedimentados, y por ello
puede ser un registro de la actividad en la columna de agua. El
tamaño de las partículas del sedimento está influenciado por las fuerzas de
arrastre. Al igual que en los suelos, la capacidad de intercambio de agua y
de sustancias disueltas depende del tamaño de los poros, y por ello de la
granulometría. Los
sedimentos constituidos por materiales finos generalmente tienen capas
anóxicas. Por ello se encuentran gradientes en algunas propiedades
importantes para los organismos: potencial redox, estados oxidados y
reducidos del azufre (sulfato o sulfhídrico), estados oxidados y reducidos
del nitrógeno (nitrato ó amonio). En
los sedimentos iluminados pueden existir microalgas que viven entre los
granos (microfitobentos). Por el tamaño de los organismos se diferencia meiofauna, animales de pequeño tamaño
y que viven entre los granos, e infauna,
animales grandes y que generan canales o tubos que los hacen más
independientes de las condiciones del sedimento. La epifauna vive sobre el substrato. |