Es el abordaje externo de la fosa nasal incidiendo la piel paralátero
nasal y levantando la pirámide. Proporciona un
campo adecuado de la pared externa de la fosa, así como del septum y
del suelo. También permite abordar la lámina papirácea
de la
órbita y la parte superior de la fosa en lesiones que no lleguen al
techo. Se emplea en los tumores benignos y malignos no muy extensos que no
afecten
la lámina cribosa del etmoides. Su utilidad se ha reducido por la CENS
y el abordaje craneofacial. Esta cirugía requiere anestesia general
y no es susceptible de CMA, debiendo quedar ingresado 5-7 días.
El paciente debe llevar un taponamiento nasal durante 72 horas, haciendo en
ese caso profilaxis antibiótica. Es frecuente la aparición de
costras y rinorrea purulenta que se tratan con lavados nasales y pomadas tópicas,
así como limpiezas y revisiones periódicas. Otras complicaciones más
graves incluyen la epistaxis que precisa hemostasia.
Los puntos cutáneos se retiran a los 7-10 días.
Los controles postoperatorios deben hacerse de forma endoscópica.
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Técnica del abordaje |
Esquema |
Pieza de resección |
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