Consiste en la extirpación completa del maxilar superior sin entrar
en el seno maxilar. A través de una incisión facial se realizan
múltiples
osteotomías que liberan el maxilar superior de las articulaciones con
los otros huesos de la cara y del cráneo. A veces cuando el tumor es
extenso se acompaña de exenteración orbitaria. Se indica en los
tumores malignos de la mesoestructura, habitualmente carcinomas. El defecto
quirúrgico es muy extenso y su compleja reconstrucción requiere
colgajos libres musculares (músculo temporal) e injertos de piel. Esta cirugía se hace
con anestesia general y no es susceptible de CMA, debiendo quedar el
paciente ingresado
mucho tiempo hasta que se complete el proceso de cicatrización de los
injertos (2-3 semanas). Es aconsejable realizar una traqueotomía con
traqueostoma provisional. El paciente debe llevar un taponamiento amplio, que
rellene todo el defecto para extender los colgajos de piel, durante 5-6 días.
Es imprescindible la profilaxis antibiótica. En el caso de exenteración
orbitaria o extirpación del paladar hay prótesis reconstructivas
que mejoran el aspecto estético y obliteran el defecto palatino. Suele
realizarse radioterapia complementaria después del procedimiento quirúrgico.
Es muy frecuente la aparición de costras y rinorrea purulenta que se
tratan con lavados nasales y pomadas tópicas, así como limpiezas
y revisiones periódicas. Otras complicaciones más graves incluyen
la epistaxis, fístulas del LCR y dehiscencias cutáneas que precisan
hemostasia y reparación quirúrgica. Los puntos cutáneos
se retiran a los 7-10 días. El seguimiento es muy importante para detectar
recidivas precoces y es necesario también el control endoscópico.
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Abordaje de la maxilectomía |
Esquema |
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Exenteración orbitaria |
Pieza de resección |
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