Resección craneofacial

Este abordaje combinado por vía paraláteronasal y craneal proporciona un campo adecuado de toda la fosa nasal, lámina papirácea de la órbita y parte superior de la fosa en lesiones que llegan al techo e incluso invaden la fosa craneal anterior. Se emplea en los tumores benignos y malignos extensos que afecten la lámina cribosa del etmoides (supraestructura). De esta manera se consiguen abordar tumores que de otra forma no serían extirpables. En algunos casos se precisan técnicas reconstructivas complejas con colgajos libres. Esta cirugía se realiza con anestesia general y no es susceptible de CMA, debiendo quedar ingresado 15 días. El paciente debe llevar un taponamiento nasal durante 72 horas, haciendo en ese caso profilaxis antibiótica. Es frecuente la aparición de costras y rinorrea purulenta que se tratan con lavados nasales y pomadas tópicas, así como limpiezas y revisiones periódicas. Otras complicaciones más graves incluyen fístulas de LCR, infecciones intracraneales y epistaxis que precisan tratamientos médicos y quirúrgicos. Los puntos cutáneos se retiran a los 7-10 días. Los controles postoperatorios deben hacerse de forma endoscópica y por estudios de imagen.

Desde que se ha extendido el uso de CENS (base de cráneo), esta técnica se utiliza cada vez menos.

Técnica de resección
Esquema de la técnica
Pieza de resección