Timpanoplastia

Consiste en cerrar la la perforación de la membrana timpánica y restablecer la continuidad de la cadena osicular. Para reconstruir la membrana se utiliza un injerto de fascia del músculo temporal. También se puede hacer con pericondrio, cartílago o grasa. En la cadena osicular se emplean osículos remodelados o prótesis sintéticas. Los abordajes pueden ser retroauricular, endoaural y endocanal microscópico o endoscópico, con anestesia general o sedación.

Las timpanoplastias pueden ser de 5 tipos (I-V) dependiendo de la reconstrucción de la cadena osicular. Se puede hacer con o sin mastoidectomía, que a su vez será abierta o cerrada. Se denomina técnica de Bondy a una timpanoplastia con mastoidectomía abierta en la que la cadena osicular (sana) se deja intacta.

Se indica en la otitis crónica simple, cuando el oído está seco 3-4 meses. En casos bilaterales se empieza interviniendo el oído más sordo o el que está en mejores condiciones locales. No está indicada la profilaxis oral, pero si el tratamiento en caso de que la cirugía se realice en un oído infectado, en ese caso utilizaremos antibióticos orales. Se indican antibióticos tópicos durante 3 semanas.

El cierre de la perforación se obtiene en el 80% de los casos, pero se puede perder el injerto en caso de activarse la otorrea. La audición obtiene resultados peores que la estapedectomía, sobre todo a medio y largo plazo, según la complejidad de la reconstrucción. Como alternativa a personas de más de 65 años con oído seco se puede adaptar un audífono.

 

Reconstrucción de la membrana timpánica

Reconstrucción de la cadena osicular