Laringectomía total

Es la extirpación completa de la laringe por un tumor de laringe o de hipofaringe T3-T4 que invade la laringe. Es una cirugía mayor de larga duración que se realiza por vía externa con anestesia general. En el mismo tiempo se puede realizar vaciamiento cervical de los ganglios linfáticos uni o bilateral. Tras la resección completa de la laringe, se realiza un traqueostoma definitivo abocando la tráquea a la piel, sin estar comunicada con la faringe. La mucosa faríngea sana se sutura creando un embudo faríngeo que se continúa inferiormente con el esófago. Se realiza profilaxis antibiótica. Hasta el 10 día se alimenta por sonda nasogástrica, y después con dieta oral líquida y purés. Los cuidados postoperatorios deben controlar las complicaciones más frecuentes que son la infección de la herida y la fístula faríngea que prolongan mucho la estancia hospitalaria. A los 12 días suele ser alta y puede pasar a realizar radioterapia o hacer el seguimiento. El traqueostoma permanente o definitivo lleva una cánula cerrada que nunca se puede taponar. Los traqueostomas grandes no necesitan cánula. Los cambios de cánula diarios deben ser realizados por el paciente. Terminado el tratamiento hay que hacer rehabilitación vocal con erigmofonía. Hay algunas técnicas quirúrgicas que modifican la laringectomía total clásica con el fin de crear una fístula artificial tráqueo-faríngea en la que se coloca una válvula unidireccional. Esta válvula permite el paso del aire de la tráquea a la faringe para la fonación, pero evita la aspiración de alimentos o saliva de la faringe a la tráquea. En estos casos el paciente no lleva cánula o la sustituye por un filtro con válvula que se aprieta con el dedo para fonar. Si no se dispusiese de filtro podría fonar tapando directamente el traqueostoma definitivo con el dedo, dejando entrar el aire durante la inspiración.

Detalle de la técnica

Esquema de la técnica

Pieza de resección