Intubación

Consiste en introducir un tubo de plástico en la tráquea, habitualmente a través de la cavidad oral. El material necesario se observa en el esquema y consiste en un laringoscopio (1), fiador (2), tubo con balón (3) y en ocasiones tubo de Mayo (4).

 

Normas:

Si se dispone del material necesario es la primera maniobra a tener en cuenta ante una situación de asfixia o parada cardio-respiratoria.

 

Posteriormente hay que realizar respiración con ambú o medios mecánicos.

Flexionar la cabeza e introducir el laringoscopio por un lateral, desplazando la lengua.

Bascular hacia abajo el laringoscopio para visualizar la epiglotis y exponer la luz glótica (laringoscopia directa).

Introducir el tubo con un fiador a través de la glotis hacia la tráquea.

A veces es necesario deprimir la laringe para ver la glotis.

Habitualmente se usan tubos de diámetro interno 7,5-8 mm.

En niños el tamaño de su dedo meñique es una buena referencia del calibre del tubo a utilizar.

Asegurarse de forma rutinaria del buen funcionamiento del material de intubación.