El poema es un himno al príncipe heredero de Prusia, Federico Guillermo (desde 1840, Federico Guillermo IV), a quien se representa como guía de la nación alemana y guardián de los valores religiosos. Como tal, el futuro monarca cuida de su pueblo y a la vez se encuentra por encima de las preocupaciones rutinarias de este. Aquí, el autor representa la típica postura conservadora contraria al espíritu revolucionario que se propagó en Europa durante el periodo del Trienio Liberal.