Basándose en el cuento del flautista de Hamelín, el poema de Eichendorff critica a aquellos que seducen demagógicamente al pueblo apelando a los valores patrióticos. Se puede interpretar como un reproche contra los liberales, pues de ellos procede ahora la música que arrastra a la gente. De nuevo, Eichendorff se posiciona políticamente contrario al espíritu liberal que se propagó en época del Trienio