El poema escenifica la introspección de Fernando VII. Identifica como causa de sus desgracias la clemencia mostrada a los jefes militares en el momento de la restauración de 1814. Traicionado, invoca el castigo divino. A la monarquía tradicional opone ‘el trono de las Cortes’, responsable de la anarquía y la ausencia de leyes. Reacción de los ‘fieles guerreros’, secundada por Francia, que libera a España del despotismo liberal. Referencia a la figura del Trapense.