Víctor Hugo expresa su simpatía por el régimen monárquico. España, cansada de tiranos, se ha liberado del despotismo y ha copiado el modelo revolucionario francés. Si la intervención francesa pone fin a la anarquía, el autor defiende el uso moderado de la violencia por parte del ejército. Francia, a través de su experiencia pasada (revolucionaria y napoleónica), sería un modelo en la Europa de las nuevas monarquías, en la que las naciones inician el proceso de liberación.