La cólera divina se abate sobre España. Dadas las discordias internas que alteran la paz de los países vecinos, el Dios vengador envía la epidemia de la peste amarilla. Francia, conmovida por la suerte de España, manda algunos médicos. Los enemigos de ayer vuelven a España como salvadores. Elogio de los médicos franceses y de su abnegación.