Dios ha lanzado dos plagas sobre España: la epidemia de fiebre amarilla y el liberalismo, para castigar a los españoles por los crímenes cometidos por los conquistadores de América y su sed de oro. De ejemplo para Europa cuando combatía por su legítimo rey, se ha convertido en un desastre. Elogio de los médicos franceses que liberaron a España de la enfermedad.