El poeta recuerda con nostalgia y tristeza los años en que, feliz como un enamorado, soñaba con la libertad de su país y, cantando entusiasmado a la Constitución, veía su deseo a punto de realizarse. Desgraciadamente, todo se truncó tras la traición de Fernando I, al igual que ocurrirá en España, donde el sueño de libertad y la luz de esperanza de los liberales españoles se tornarán en tinieblas tras su derrota en 1823, hecho que hace revivir en el poeta los momentos pasados, en los que los patriotas italianos lucharon por su patria llenos de ilusiones y esperanzas, siguiendo el ejemplo español.