Con motivo de los festejos que marcaron la promulgación de la Constitución liberal portuguesa, el poeta recitó (y después publicó) un conjunto de poemas alusivos al feliz acontecimiento. El segundo exalta al pueblo luso, así como al añorado rey, D. João VI, que todos esperan que venga a ratificar la Constitución. Al final del poema, se evoca al rey de España, Fernando VII, equiparándolo, en sus virtudes, con el rey de Portugal. Sin embargo, se llama también la atención de este por el modo (hasta entonces pacífico y moderado) como en Portugal se había cambiado el régimen. El autor fue un político liberal e Hidalgo Caballero de la Casa Real.