Como el título explica, se trata de un elogio escrito y publicado para conmemorar la regeneración del reino en 1820. Se trata de un poema de cariz eminentemente patriótico, en el que el “yo” lírico celebra a los héroes lusos que fueron capaces de liberar al reino del despotismo de Beresford. En este contexto, el heroísmo luso es igualado al de Pelayo.