Se trata de un largo poema antiliberal, dedicado a D. Miguel. En él se lamenta la manera en que los pueblos portugués y español fueron contaminados por este mal, que solo les trajo desgracias, elogiándose el papel desempeñado por la Reina (Dª. Carlota Joaquina, española), que siempre se negó a jurar la Constitución, apoyando a su hijo D. Miguel (absolutista), contra D. Pedro (liberal). Su autor escribió alternativamente a favor de la causa liberal y del absolutismo.