La realiza el logopeda a lo largo de varias sesiones (2-3 a la
semana de 30-45 minutos cada una), durante un período de
1-2 meses, bien como tratamiento único o complementario antes
y después de la microcirugía laríngea. Se trabajan
varios aspectos:
-
Tono muscular y actitud corporal
:
Mantenerse derecho de forma natural, cuerpo y cabeza alineados
sin rigidez, mirando al frente.
Ejercitar el tono muscular y la fuerza.
-
Relajación
Ejercicios cervicales suaves. Contracción-relajación
de miembros, hombros y cabeza.
-
Respiración y coordinación fonorespiratoria
Ejercitar los soplos rítmicos, inspirando durante 2 segundos,
retener el soplo 8 segundos y espirar movilizando el abdomen durante
4 segundos.
-
Articulación
Ejercicios de bostezo con mandíbula relajada , cavidad oral
amplia y velo elevado.
Movimientos linguales con fases de vivacidad y relajación.
EN CIRUGÍA ONCOLÓGICA
La realiza las sociedades de laringuectomizados
o el logopeda. Necesita 2-3 sesiones semanales de 30 a 45 minutos
cada una durante 3-4 meses. Se trabajan varios aspectos:
-
Rehabilitación de la voz:
Puede
hacerse por:
-
Erigmofonía o lenguaje esofágico.
Consiste en deglutir aire hacia el esófago y posteriormente
eructarlo hacia la faringe de forma controlada y modulada para producir
una voz útil.
-
Técnicas quirúrgicas.
Punciones y fístulas traqueoesofágicas que consiguen
una voz de más calidad que la anterior y coordinada con
la espiración.
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Dispositivos electrónicos externos.
Se suelen asociar a erigmofonía cuando no se obtiene una
voz útil. La voz es antiestética pero inteligible.
Algoritmo de la rehabilitación vocal en laringectomizados
Voz erigmofónica
Prótesis fonatoria
Laringe electrónica
-
Rehabilitación de la deglución:
-
La deglución se debe rehabilitar en los pacientes que presentan disfagia de cualquier tipo (cirugía parcial de la laringe, trastornos neurológicos…), una vez que haya sido estudiada y establecido su grado en cuanto a seguridad y eficacia de la deglución. Hay un tratamiento indirecto (sin alimento): estimular tono y sensibilidad con masajes, calor, frío, vibración, “tapping”, terapia miofuncional y ejercicios de la musculatura orofacial y lingual (praxias bucofonatorias). El tratamiento directo (con alimento) rehabilita modificando las viscosidades de los alimentos utilizando una consistencia uniforme y específica según indique el MECV-V o las pruebas diagnósticas. Hay posturas facilitadoras de la deglución (flexión o extensión cervical), maniobras con y sin alimentos (deglución supraglótica, maniobras de Masako, Mendelson, Logeman, Shaker) o electroestimulación (IOPI o Vital Stim).
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Cuando no se puede garantizar la deglución eficaz y segura se debe alimentar al paciente por vías no orales como la sonda nasogástrica (SNG), la gastrostomía endoscópica percutánea (PEG) y la gastrostomía radiológica percutánea (PRG). Si el uso de la SNG se prolonga más de un mes hay que indicar una PEG o PRG, siendo un procedimiento reversible. El paso a la alimentación oral debe hacerse progresivamente según se vaya rehabilitando la deglución, siendo los líquidos los que causan más aspiraciones, debiendo administrarlos por la PEG.
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En caso de espasmo o disfunción del músculo cricofaríngeo, como ocurre en trastornos neurológicos, se puede inyectar toxina botulínica A (50-100U) por endoscopia o vía externa con control electromiográfico. Se puede realizar también una miotomía del cricofaríngeo por vía externa o endoscópica con láser.
Sonda nasogástrica
Sondas de gastrostomía
Inyeccion de toxina botulínica por endoscopia
Inyección de toxina botulínica por vía externa
Control electromiográfico en músculo cricofaríngeo