Disfagia

La disfagia es la dificultad para la deglución y es sinónimo de trastorno deglutorio. Puede deberse a causas neurológicas y por tumores ORL, tanto en su evolución como por su tratamiento. Así, la cirugía que afecta a la laringe (laringectomía supraglótica, láser), orofaringe y cavidad oral, base de cráneo suelen causar disfagia orofaríngea. La radioterapia y la quimioterapia también la ocasionan frecuentemente cuando la zona de radiación incluye (orofaringe, laringe, cavum y esófago). El riesgo principal de la disfagia para el paciente es la aspiración a la vía aérea con riesgo de neumonías por aspiración de alimentos o secreciones, la desnutrición y la deshidratación. Para prevenir éstas situaciones las siguientes normas:

Si se sospecha disfagia se deben hacer los test de cribado como el EAT-10 (valores de 0 a 40). Otro test muy utilizado es el MECV-V (método de exploración clínica volumen –viscosidad). En el MECV-V se van introduciendo de forma de forma progresiva volúmenes (de menos a más) y consistencias (de más a menos) de espesantes, valorando signos de seguridad (tos, voz húmeda, desaturación de O2) y de eficacia (restos orales, sello labial). En caso de que alguno de estos test se vea alterado hay que completar el estudio con otras pruebas diagnósticas como la videoendoscopia de la deglución o FEES, viendo con un fibroscopio la progresión de los espesantes teñidos en la faringe (restos, penetraciones, aspiraciones, tos, cierre glótico, sensibilidad…). En casos seleccionados se debe hacer una videofluoroscopia con espesantes con contraste (progresión, aspiración). Se deben buscar vias alternativas (sonda nasogástrica, gastrostomía o alimentación parenteral) a la alimentación oral cuando el alimento aspirado representa el 10% o más del ingerido.

EAT-10. Valores de 3 ó más indican disfagia.


Neumonía por aspiración

MECV-V


Videoendoscopia en la que se observa aspiración

Videofluoroscopia en la que se observa aspiración