Pautas para la elaboración de tesis y trabajos científicos

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Coherencia lingüística y cognitiva

Un texto coherente es un texto bien formado, desde el punto de vista de las exigencias de toda organización textual. Su correcta construcción obedece a reglas discursivas. Al igual que la frase no es una simple serie de palabras, sino una secuencia organizada conforme a las reglas de la sintaxis, un texto no es únicamente un conjunto de frases, sino un entramado de secuencias lingüísticas perfectamente organizado según las reglas de la coherencia.

Asimismo, la coherencia textual se define como el equilibrio entre la información conocida y la información nueva. La coherencia es al texto lo que la sintaxis es a la oración.

Lea atentamente el siguiente texto:

La dueña llama al encargado. El encargado se llama López, Consorcio López, y es natural de Tomelloso, en la provincia de Ciudad Real, un pueblo grande y hermoso y de mucha riqueza. López es un hombre joven, guapo, incluso atildado, que tiene las manos grandes y la frente estrecha. Es un poco haragán y los malos humores de doña Rosa se los pasa por la entrepierna. A esta tía -suele decir- lo mejor es dejarla hablar; ella sola se para. Consorcio López es un filósofo práctico; la verdad es que su filosofía le da buen resultado. Una vez, en Tomelloso, poco antes de venirse para Madrid, diez o doce años atrás, el hermano de una novia que tuvo, con la que no quiso casar después de hacerle dos gemelas, le dijo: o te casas con la Marujita o te los corto donde te encuentre. Consorcio, como no quería casarse ni tampoco quedar capón, cogió el tren y se metió en Madrid; la cosa debió irse poco a poco olvidando porque la verdad es que no volvieron a meterse con él.

(C. J. Cela 1982: 145)

Este texto está bien escrito, no presenta fallos ortográficos, ni morfológicos, ni sintácticos y parece coherente, pero ¿cómo se puede identificar la coherencia de un texto para luego poder producir textos coherentes?

Reglas de formación de un texto

Para poder explicar cómo elaborar un texto coherente de manera técnica y no intuitiva, hay que conocer las tres reglas fundamentales de la gramática textual. La aplicación de las mismas hace que el texto avance coherentemente.

1. Regla de repetición

Todo texto coherente debe contener en su desarrollo una serie de elementos recurrentes, es decir, elementos que se repiten de una frase a otra y que constituyen el hilo conductor que asegura la continuidad de tema. Por ejemplo, en el texto de C. J. Cela, aparece una serie de recurrencias o repeticiones:

La dueña llama al encargado. El encargado se llama López, Consorcio López, y es natural de Tomelloso, en la provincia de Ciudad Real, un pueblo grande y hermoso y de mucha riqueza. López es un hombre joven, guapo, incluso atildado, que tiene las manos grandes y la frente estrecha. Es un poco haragán y los malos humores de doña Rosa se los pasa por la entrepierna. A esta tía -suele decir- lo mejor es dejarla hablar; ella sola se para. Consorcio López es un filósofo práctico; la verdad es que su filosofía le da buen resultado. Una vez, en Tomelloso, poco antes de venirse para Madrid, diez o doce años atrás, el hermano de una novia que tuvo, con la que no quiso casar después de hacerle dos gemelas, le dijo: o te casas con la Marujita o te los corto donde te encuentre. Consorcio, como no quería casarse ni tampoco quedar capón, cogió el tren y se metió en Madrid; la cosa debió irse poco a poco olvidando porque la verdad es que no volvieron a meterse con él.

  • Se repite la misma palabra:
    • La dueña llama al encargado. El encargado se llama López, Consorcio López, y es natural de Tomelloso
  • La repetición se hace mediante un referente pronominal:
    • los malos humores de doña Rosa se los pasa por la entrepierna.
    • A esta tía -suele decir- lo mejor es dejarla hablar; ella sola se para.
    • Consorcio López es un filósofo práctico; la verdad es que su filosofía le da buen resultado.
    • el hermano de una novia que tuvo, con la que no quiso casar después de hacerle dos gemelas
  • O también con otro término que funciona como un sinónimo:
    • Es un poco haragán y los malos humores de doña Rosa se los pasa por la entrepierna. [...] A esta tía -suele decir- lo mejor es dejarla hablar.
    • [...] con la que no quiso casar después de hacerle dos gemelas, le dijo: o te casas con la Marujita o te los corto donde te encuentre. [...] la cosa debió irse poco a poco olvidando porque la verdad es que no volvieron a meterse con él.

2. Regla de progresión temática

Para que un texto sea coherente debe de comportar en su desarrollo elementos nuevos que aporten una información nueva. La necesaria información de elementos nuevos debe de acomodarse a la necesaria exigencia de continuidad entre los mismos. Las reglas de la repetición y de la progresión guardan estrecha relación entre ellas; si la repetición fuera insuficiente, la continuidad no estaría asegurada. Y cuando la progresión no está bien planteada, el texto no posee un desarrollo adecuado.

La coherencia de un texto reposa en el equilibrio entre la información conocida y la información nueva. Nuestro texto avanza, pues se ofrecen datos que van enriqueciéndolo con información nueva:

  • La dueña
    • - se llama doña Rosa
    • - tiene malos humores
    • - no es parca en palabras
  • El encargado
    • - se llama Consorcio López,
    • - es un hombre guapo, joven, práctico y un poco haragán
    • - dejó embarazada a su novia Marujita y huyó a Madrid
    • - es natural de Tomelloso, provincia de Ciudad Real

3. Regla de no contradicción

No se deben introducir en un texto elementos que impliquen una contradicción.

Puede comprobarse la regla en el texto de Cela, ya que no hay contradicciones:

  • El protagonista es natural de Tomelloso (no se dice luego que sea asturiano).
  • Se llama Consorcio López (y no Señor González),
  • Es joven y guapo (posteriormente no se dice que tenga una edad avanzada).

Tipos de progresión textual

La gramática textual nos enseña a articular las informaciones de manera coherente entre frases y también entre párrafos.

A continuación, se tratarán los cuatro tipos de progresión posibles:

  • la progresión de tema lineal
  • la progresión de tema constante
  • la progresión de tema derivado

Se presentan a continuación tres textos para su identificación y ver cómo estas nociones enseñan técnicas para articular las frases de forma coherente.

1. Progresión de tema lineal

Este tipo de progresión es la que existe entre la frase 1) y la frase 2) del texto de Cela que se acaba de leer:

1. La dueña llama al encargado
La dueña inicia el texto, esta frase 1) aporta una información sobre la actitud de la dueña, la dueña es una información que se da por conocida. Llama al encargado es la información nueva y concreta; la dueña podría estar de compras, dormida, etc. Aquí sabemos que llama al encargado.
La dueña constituye lo que se llama tema de la frase. llama al encargado es lo que se llama rema de la frase.

Observamos ahora la frase 2) del mismo texto.

2. El encargado se llama López, Consorcio López, y es natural de Tomelloso, en la provincia de Ciudad Real, un pueblo grande y hermoso y de mucha riqueza.
El encargado es ahora el tema de la frase 2). Es una información ya conocida. Ahora la información nueva que se aporta, se refiere a la identificación por el nombre propio del encargado, de su lugar de nacimiento, de las características de este lugar, etc.
El encargado constituye ahora el tema de la frase 2). Esta información nueva constituye el rema de la frase 2.

Esta progresión de tipo lineal entre dos frases establece que el rema de la primera frase se convertirá en el tema de la segunda: La dueña llama al encargado. El encargado se llama López... y este recurso es el que garantiza la coherencia y la progresión entre las frases 1) y 2).

2. Progresión de tema constante

Las frases o párrafos construidos de esta forma suelen repetir el mismo tema de frase. A un mismo tema se le van asignando remas diferentes. Obsérvese que esta progresión es dominante en el texto siguiente, donde el mayor número de frases se inician con el tema "valor de":


Veo las cosas desde fuera, desde mi yo repleto de noches solitarias.
Y creo descubrir que a casi toda esta gente le falta valor.
Valor de ser como saben que quieren ser.
Valor de ser sinceros. Y sencillos. Y fuertes.
Valor de construir. Y de devastar. Y de destruir.
Valor de no estar de acuerdo y de decirlo y de protestar y de denunciar.
Coraje de dejar que sus instintos les salgan del cuerpo y les permitan ser buenos o ser malos, bondadosos o sádicos, sin caretas ni tapujos.

(J. Villar 1974: 189)

Este estilo de escritura confiere al texto una insistencia focalizada en un tema concreto, lo que produce efectos precisos sobre el lector.

Es muy frecuente este tipo de progresión en los textos publicitarios.

3. Progresión de tema derivado

Este tipo de progresión establece que, a partir de un tema general o hipertema que atraviesa todo el texto, vayan articulándose diferentes subtemas con sus respectivos remas.

En el texto siguiente se aprecia que cada tema de frase o subtema contribuye a la formación de un hipertema general que atraviesa el texto y que podríamos identificar como paisaje marino.

Las nubes van tomando un color distinto, más claro. Hay en sus jirones un algo de luz; como una vida que nace. La mar pasa del gris viejo y relavado de estas últimas semanas a un limpio azul, mal definido aún, pero transparente y prometedor. Parece que en el vacío de la atmósfera hayan caído unas gotas de añil que se van diluyendo, atenuando la suciedad de un ambiente denso para darle una tonalidad azulada y diáfana. El viento ha vuelto. Viene del N.E. Fresquillo, constantemente y con nobleza. Este es para mí un viento emocionante. Es el alisio. El sol va a volver. Mañana ha de ser un día soleado.

(J. Villar 1974: 215)

Aparentemente no se repite ningún tema de frase. La ley de la repetición se respeta porque cada tema de frase nuevo: las nubes..., la mar...., el vacío de la atmósfera..., el viento..., va construyendo el hipertema paisaje marino, al recoger cada uno un aspecto singular.

Este tipo de progresión es muy frecuente en las descripciones.

 

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