Narración en prosa, aunque con cualidades poéticas, de la anécdota de un viajero que en La Habana vio el anuncio de la comedia “El triunfo del Ave María”. En la comedia participan un “gracioso” y una “graciosa”, aparece el ejército español luchando contra los infieles y se escenifica el restablecimiento de la Constitución tras una serie de acontecimientos. Finalmente se exhiben imágenes de Quiroga y Riego, una procesión de alcaldes y jueces. Junto a los nombres de Quiroga y Riego aparece un asterisco con la siguiente maliciosa pregunta: “¿Dónde podrá colgar ahora el gracioso a Quiroga y a Riego?” La narración se publica poco antes del ahorcamiento de Riego, conocido en toda Europa; el autor del texto se posiciona en el lado más conservador, pues celebra el fatal destino que le espera a Riego.