Es la pérdida parcial o total del olfato. Se asocia en ocasiones con la pérdida parcial o total del gusto (hipogeusia-ageusia). A nivel topográfico puede ser de transmisión cuando las partículas odoríficas no pueden acceder al área olfatoria en el techo de la fosa nasal. Esto ocurre en las rinosinusitis crónica con y sin poliposis nasal, pudiendo en ese caso ser reversible. Otras patologías que la pueden causar serían: desviación septal, sinusitis aguda, rinitis intrínseca y rinitis hipertrófica. Si la alteración se produce entre el área olfatoria y la corteza frontal se denomina anosmia de percepción y suele ser irreversible. La etiología de esta forma perceptiva es múltiple (infecciones víricas, enfermedades neurológicas como Parkinson y Alzheimer, meningiomas intracraneales…). Para hacer el diagnóstico deben hacerse los siguientes pasos:
En principio el tratamiento debe actuar sobre las causas que la producen siendo más favorable en las formas transmisivas, al abrir el paso de las partículas al área olfatoria, aunque tienen tendencia a recidivar. La hiposmia de la poliposis nasal suele mejorar con corticoides generales y tópicos intranasales. En los primeros momentos de las hiposmias-anosmias de percepción pueden ser útiles los corticoides generales para reducir el componente inflamatorio. En algunos pacientes seleccionados puede realizarse rehabilitación del olfato introduciendo progresivamente estímulos olorosos. |
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Kit de olfatometría |
Presentación de olores |
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Meningioma frontal |
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