La labor de los facilitadores en la conservación de la naturaleza

Varios de los asistentes a la reunión, aplicándose a la técnica del
Varios de los asistentes a la reunión, aplicándose a la técnica del «espacio abierto», diseñada para liberar la creatividad y liderazgo inherente en un grupo.

El pasado fin de semana (días 16 a 18 de Octubre) ha tenido lugar en Madrid el 2º Taller/grupo de trabajo sobre iniciativas hacia la sostenibilidad de la pesca, organizado por WWF. En éste caso, el taller estaba orientado hacia la dimensión social, y más concretamente hacia el papel de la facilitación en los procesos participativos. En la actualidad no se entiende la toma de decisiones en el ámbito del medio ambiente y de la conservación si no está acompañada de un proceso participativo en el que tome parte la ciudadanía, y en particular las personas más afectadas por esas decisiones. En muchas ocasiones, el proceso participativo se limita a la consulta por parte de los ciudadanos de un borrador más o menos definitivo, sin posibilidades de intervenir a la hora de establecer los objetivos del proceso, las posibles soluciones, o cualquier otro detalle de importancia fundamental.

¿Podemos hacer que el proceso de participación sea más profundo e implique verdaderamente a la sociedad? ¿Cómo motivar a la participación? ¿De qué manera se puede canalizar esa participación de una forma eficaz? ¿Cómo hacer que las reuniones entre los actores no terminen en una batalla campal? ¿Cómo imprimir positividad en las negociaciones? ¿Cómo movilizar a las personas más tímidas? ¿Cómo estimular la creatividad del grupo en la búsqueda de soluciones a un problema ambiental?

Estas y muchas otras cuestiones de índole similar, constituyen el campo de acción de la Facilitación. Un facilitador es una persona con la formación necesaria para optimizar los procesos de negociación entre grupos humanos. Aunque en otros países éste es una disciplina con décadas de historia, en España es aún incipiente. Durante los tres días que ha durado el taller, Conchi, Jorge, Paco y Betty, profesionales de la facilitación, nos han descubierto un conjunto de técnicas orientadas al trabajo con grupos humanos.

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El «cajón de las herramientas», un muestrario visual de la panoplia de enfoques disponibles en la tarea de facilitación.

Aunque en un principio las técnicas parecen salidas de una sesión de «New Age», en realidad son el resultado de décadas de investigación sociológica sobre la dinámica de los grupos humanos. Y lo más importante: funcionan. He formado parte de reuniones facilitadas de grupos con intereses enfrentados, y éstas técnicas permiten exprimir al máximo la información de los grupos, y alcanzar consensos importantes. En mi opinión, todo currículum académico orientado a la conservación de la naturaleza debería de incluir una parte de facilitación. Ya desde el punto de vista más teórico, ha sido fascinante comprobar con sencillos experimentos, como el del «triángulo equilátero», la aparición de propiedades emergentes en grupos humanos en interacción. Es decir, propiedades del grupo que no aparecen en las personas por separado, y que me recuerdan a las regularidades ecosistémicas que tanto nos gustan a los ecólogos.

Un sencillo método de evaluación basado en una diana en la que los participantes pegan pegatinas. Cuanto más acuerdo se tiene con el aspecto evaluado, más cerca se ponen las pegatinas del centro de la diana.
Un sencillo método de evaluación basado en una diana en la que los participantes pegan pegatinas. Cuanto más acuerdo se tiene con el aspecto evaluado, más cerca se ponen las pegatinas del centro de la diana.

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