El proyecto continuará hasta el invierno para observar la fijación de materiales bajo la lluvia, que ya se ha comprobado con cubas de agua

El proyecto europeo para la descontaminación de la antigua mina de La Soterraña (en el valle de Muñón, Lena) ha conseguido una prórroga en el plazo de ejecución hasta el final de año. Los responsables de la actuación, presentada bajo el epígrafe LIFE SubProducts, dedicarán los próximos meses a afianzar los excelentes resultados que ha arrojado el estudio. La falta de precipitaciones durante los últimos meses ha obligado, incluso, a usar
cubas de agua para simular lluvias torrenciales. «Ya que tenemos la posibilidad de seguir trabajando, preferimos esperar al invierno para estar absolutamente seguros», apuntó Estefanía Díaz, responsable de la empresa Tecmim (encargada de la ejecución de las obras). El proyecto, que empezó a finales de 2019, es pionero en Europa. Por la fórmula: limpia la zona de contaminantes, en este caso mercurio y arsénico, a través de su «fijación » al subsuelo. Por el método: se utilizan 20.000 toneladas de escorias y cenizas procedentes del sector industrial de la región. Además de Tecmim, participan la Universidad de Oviedo con colaboración del Ayuntamiento de Lena. Además de otras empresas privadas que se han involucrado en distintas fases de la actuación. Ahora ya están en los últimos flecos. Los responsables de la obra han asegurado que «las pruebas que hemos conseguido hasta ahora son excelentes». No solo han conseguido «fijar» los contaminantes al subsuelo, evitando así su propagación por el valle de Muñón, sino también mermar las emisiones de mercurio en el entorno. Son tan buenos resultados que incluso responsables de la Unión Europea han visitado el concejo para interesarse por el trabajo. Fabio Leone, Head of sector de la Agencia Ejecutiva Europea de Clima, Infraestructuras y Medio Ambiente, anunció recientemente en Lena que está previsto replicar este proyecto en otras minas de Europa. Sin que el proyecto se haya dado por culminado, a la espera de estos últimos meses, los responsables confían en mantener los buenos resultados. «Se trata únicamente de una última comprobación del comportamiento de los contaminantes con intensas precipitaciones », reiteró Estefanía Díaz. Las pruebas con las cubas de agua, que fueron trasladadas por el valle de Muñón hasta las instalaciones, también fueron exitosas.

Fuente: La Nueva España

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