En un estudio llevado a cabo por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) y publicado en la revista Nutrition Reviews se concluye que: “A pesar de la posibilidad de que la energía aportada por los productos lácteos podría contribuir al desarrollo de la obesidad infantil, la evidencia observada en esta revisión apoya una asociación nula, o en todo caso, inversa, entre la ingesta de leche o productos lácteos e indicadores de adiposidad”. El trabajo completo puede verse aquí.
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