La antigua mina La Soterraña, en el municipio de Lena y que lleva cerrada más de treinta años, se encuentra inmersa en un proyecto de descontaminación creado por la Universidad de Oviedo. El pasado mes de junio se iniciaron los trabajos para preparar el terreno y aplicar un tratamiento en el escombro y en el agua para tener controlados los elementos contaminados y evitar que los metales pesados, por la acción del agua, se dispersen por la zona. Además del arsénico, el material que impregna estas viejas instalaciones, próximas a la localidad de Muñón Cimero, es mercurio, un metal altamente tóxico.

Estas labores han generado una gran expectación y por eso en enero La Soterraña mostrará al público su futuro. Para ello se habitará una especie de aula didáctica, denominada ‘Live centre’, «un espacio expositivo donde el público y también las partes interesadas en estas técnicas, puedan informarse», destacan los responsables. De esta manera, entre los objetivos del plan experimental de descontaminación de las instalaciones (SUBproducts4LIFE ) está el de darlo a conocer, además de a los vecinos de la zona, a profesionales para demostrar la funcionalidad a escala industrial -fuera del laboratorio- de esta técnica y poder exportarla al resto de España y los países de la Unión Europea. También se marcan como objetivos organizar eventos de formación y de comunicación y poder intercambiar conocimientos sobre la temática del proyecto.

El espacio se creará como una sala de exhibiciones ubicada en un edificio cercano a los lugares de actuación donde el público en general y partes interesadas tendrán la oportunidad de informarse directamente del estado del proyecto, las tecnologías que se estén aplicando. Podrán ver tráileres y fotos de los trabajos de ingeniería, entre otras actividades. «Satisfará la necesidad de hacer visitas a los casos de actuación en determinadas fases de implementación en la que una visita presencial supondría un riesgo para la salud y la seguridad de los individuos debido al carácter altamente contaminante de los productos que allí se encuentran».

Uso de estériles

El proyecto de descontaminación está coordinado por la institución académica asturiana y financiado dentro de la convocatoria de 2016 del Programa LIFE de la Comisión Europea en el área de Medioambiente y uso eficiente de los recursos. El presupuesto total es de 1.470.296 euros. «Va a ser una zona más segura para los vecinos que viven cerca de esta zona», afirmó en la presentación de las obras Liv Brandt, una de las responsables del proyecto.

La actuación se centrará en la utilización de ‘subproductos’ -que son materiales residuales de empresas asturianas como escoria de alto horno, yesos, cenizas de térmica o restos de la fabricación de cemento- para contener los elementos contaminantes que se encuentran en esta antigua explotación, como son el mercurio y el arsénico. Los primeros trabajos se centran en adecuar el terreno para su posterior tratamiento y se calcula que podrían durar unos seis meses. Corren a cargo de personal especializado de la empresa Global Service.

Fuente: El Comercio

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